Rose

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Wonwoo cada vez estaba peor, nada podía cambiarlo.Las charlas con el psicólogo habían terminado con el mismo en terapia intensiva.

En el mundo de Woonwoo cada vez oscurecía más, le faltaba su luz.

Estaba atrapado, nuevamente, en el laberinto sin salida.Mareado por las personas que lo rodeaban.

Ya no lo aguantaba.

Sentía que no estaba vivo.

Actuaba tan diferente.

Aquel joven sonriente, dulce, educado se lo había llevado Mingyu.Ya no quedaba nada.Solo un corazón envenenado de su tristeza.

Sus ojos ya no brillaban por nada.
Se habían tornado más oscuros y rojos.

La comida no lo llenaba, lo asqueaba.Solo comía la comida que le gustaba a Mingyu.

Su sonrisa se había convertido en una mueca.

Ya no era él.

Ya no lloraba ni se lamentaba y ,a pesar de estar parado en el mundo de los mortales, no se sentía vivo.

No sin Mingyu.

Una tarde del frío invierno, los familiares del joven se encontraban en una sala despidiéndose de él.

Aunque sabían que ya lo habían perdido hace mucho tiempo.

Wonwoo no pudo resistir más de un año sin su enamorado.

Aquel año había sido una tortura para todos.

Pero más allá de la tristeza, una pizca de felicidad se reflejaba en la cara de los familiares al pensar que Wonwoo había cumplido su única meta.

Estar al lado de Mingyu por el resto de su vida.

Así fue como concluyó la historia de este par de enamorados que se habían conocido una noche.

"Así es como el sentimiento del amor puede acabar con una persona con tanta facilidad"

"El camino es largo, pero luego de la tormenta existe el arco iris"

Fin.

Shell; [🐚] + meanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora