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- es hermosa esta tarde.
Me estire con un poco de pereza en el cuerpo, con mis desnudos pies toque el piso frío de mi habitación, amo hacer esto, aunque me resfrío siempre.

Baje las escaleras con todavía pereza en el cuerpo, me fui para la cocina y me dirigí hacia el refrigerador, antes de abrirlo observe una nota que está pegada con un imán que decía:

"cariño estoy fuera de casa con tus hermanos, haré unas compras y no sé cuánto tardare, en el refri te deje comida para calentar.
Att: tu mama <3"

Arrugue el papel y lo metí en el bolsillo de la camisa que tenía puesta, abrí el refrigerador y salió un aire frío que me hizo estornudar, el frío estaba insoportable ya que la tarde estaba fría, no lo soportaba, así que agarre la leche y la saque lo más rápido posible, coloque la leche en la mesa y busque un vaso en el gabinete de arriba, estaba muy alto así que me puse de puntitas y agarre el vaso, lo coloque en la mesa serví un poco más de la mitad del vaso.

Me senté en el comedor mientras tomaba lentamente el vaso de leche, me quedé observando el reloj, veía como se marcaban los segundos con la manecillas, no llevaba la cuenta pero en un abrir y cerrar de ojos ya había terminado. Saque mi móvil ingrese a Twitter y no veía ninguna publicación interesante solo leí la publicación de Meri y apague el celular, estaba demasiado aburrida no tenía a nadie a quien escribirle, entonces tome la decisión de salir de casa a caminar tal vez sentarme en el parque, subí las escaleras a toda velocidad saltándome uno o tres escalones, tropecé con el último escalón golpeado me el pie, solté un -maldita sea y camine coja hacia mi habitación, me acerque al closet, lo abrí y con la mirada busqué una caja de regalo negra que tenía escrito en blanco "FOR YOU".

Es un regalo que me había dado mi mejor amiga, Kika me lo había dado por mi cumpleaños número 16, Kika se encontraba fuera de la ciudad estaba en un viaje familiar, agarre la caja y la lance a la cama, buscque unos legins negros y un sostén. Me puse los legins y el sostén me acomode la camisa y me puse el abrigo que me regalo Kika, su color verde menta me gustaba mucho también tenía pelusita color lila y nos cuantos emoticones pegados, estaban de moda pero nunca entendí porque a las mujeres le gustaban tanto me puse tobilleras color piel que me, baje las escaleras con prisa, y me fui directo a la puerta hay estaban mis zapatos negros un poco sucios, me senté en el piso y me puse los zapatos me levante de un brinco abrí la puerta y salí por costumbre grite:
-VOY A SALIR, LUEGO REGRESO!
Cerré la puerta y le puse cerrojo, mire alrededor la calle estaba sola y había un silencio incomodo, era demasiado raro ya que el vecindario era muy escandaloso y movido.

Con un suspiro, saque mis audífonos los conecte al móvil y me los puse, no sabía que canción poner hacia que en mi lista de canciones la puse aleatoria y comenzó a sonar "friend please" una de mis favoritas, con una sonrisa en la cara, comencé a caminar hacia el parque. 

Tenía un presentimiento de llegar a tiempo, no a tiempo más bien a una hora exacta "4:44" algo me indicaba que a esa hora tenía que estar en el parque.

Pase 4 cuadras, solo faltaba cruzar la carretera vacía de la calle, aunque ningún vehículo se acercaba, mire a ambos lados y cruce la amplia carretera sin prisa en todo el centro pise una de mis agujetas y tropecé, camine más rápido para ir al otro extremo de la carretera y en el borde de la acera me agache para atar mis agujetas, me levante de un salto saque el móvil para ver la hora 4:39.

Seguí caminando y llegue a la entrada del parque, levante la mirada y observe los colores pintados en el cielo, se notaba en el horizonte la llegada del atardecer, entre sin distraerme esta vez y busque con la mirada un banca donde sentarme –bingo- encontré una vacía, debajo de un enorme árbol viejo y grueso, este ya se veía rojizo. Pues se notaba que le había llegado el otoño a sus hojas, en el pastoso suelo había hojas de distintas tonalidades cálidas, en cambio la banca resaltaba por su color blanco puro, parecía que recién pintada, como si no hace 5 minutos el pintor hubiera recogido sus herramientas y se fuera marchado, me acerque y le pase el dedo por el espaldar, no quería ir a casa con el culo y la espalda blanca por sentarme así no más, estaba seca aunque parecía recién pintaba al parecer tenia horas de haber sido pintada, el enorme árbol rojizo y esta banca blanca era un hermoso fondo, digno para tomarle una foto y subirlo a Instagram.

Una tarde cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora