02

19 1 0
                                    

Al llegar a mi casa, ya estaban mis hermanos y mi madre. Mis dos hermanos estaban jugando mientras que mi madre estaba en la cocina preparando la cena, como cosa rara.

Me quite los zapatos dejándolos en la entrada, subí las escaleras y entre a mi habitación, al cerrar la puerta le puse seguro.

Me senté en el borde de la cama y empecé a desvestirme tirando todo en la cama, desnuda como vine al mundo me recosté encima de la ropa y mire hacia el techo, pensando en todo de lo de hoy, me quede exactamente pensando en ese chico pensé en las miles de formas de como esa conversación pudo haber terminado mejor o peor, que hubiera pasado si no le hubiese hablado o si no hubiese ido al parque.

-Lo que paso, paso- me encogí de hombros como si no me hubiera importado, me senté en la cama, mire el baño, me recogí el cabello y me fui de puntitas hacia allá, al entrar en la ducha abrí la regadera y entre debajo del agua. Al entrar mientras que el agua se resbalaba por todo mi cuerpo, me fui, no pensaba nada solo estaba ahí mirando un punto fijo sin parpadear, al rato reaccione, cerré el grifo, agarre el jabón y me lo pase por todo el cuerpo con la esponjilla, abrí otra vez el grifo y saque todo el jabón de mi cuerpo al cerrar la llave, busque la toalla y empecé a secarme con toques, me cubrí con esta y al salir del baño me sentía limpia y pura, claro en sentido físico.

Me puse una pijama y me fui para abajo con mi madre, estaba sirviendo la cena, la ayude a llevar los platos a la mesa, pegue un grito

-¡ANDRES Y JUAN PABLO LA COMIDA!

Vinieron en un parpadear de ojos, se les notaba el hambre, me senté en el comedor y empecé a comer junto a mis hermanos y madre

-María

-Si- dije con la boca llena de comida

-Tu tía Gilma va a salir de vacaciones y no tiene quien le cuide la casa, pensaba mandarte allá. ¿Qué dices?

Trague la comida – y donde esta Fiorella, ¿Por qué no la cuida ella?- comí otro poco de puré de papa

-ella esta con su papa y tú lo sabes- es verdad se me había olvidado, trague –lo pensare-.

Al terminar la cena mi madre recogió los platos dejándolos en la platera

-maría, me tengo que ir ya para la iglesia, así que te dejo aquí los platos para que los laves y cuando vuelva ojala que estén lavados

- y porque no mandas a Andrés

-porque te mande a ti

- pero siempre soy ¡yo!

- te mande a ti y punto, los quiero limpios para cuando vuelva- se fue a cambiar.

Hice una mueca de desagrado, y me estuve quejando todo el rato, mi madre bajo las escaleras con una falda negra hasta las rodillas, una camisa blanca y el pelo recogido con las llaves del auto en la mano.

-ya sabes maría, los platos- y salió de la casa

Le saque al dedo cuando ya estaba afuera, estaba a punto de estallar de la rabia me pare de la mesa, me fui hacia la platera, lave los platos rápido para terminar con esto de una vez.

Busque a mis hermanos, estaban viendo televisión y les dije

-Andrés ve a bañarte con juan pablo y seguís viendo televisión- me ignoraron –Andrés- repetí y fui ignorada otra vez

- ¡ANDRES!

-si si ya te escuche

-Bueno si me escuchaste levante y has lo que te dije

-Ahorita

-si lo haces ahora, puedes seguir viendo televisión

-ahorita- volvió a repetir, me enoje y me les puse al frente de la tele

Una tarde cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora