Tome las llaves de mi camioneta que estaban en la pequeña mesa cerca de la puerta de la entrada, sin pensarlo dos veces salí de la casa y cerrando la puerta detrás de mí me fui directo a mi camioneta, me subí y comencé a conducir.
No pensaba sólo conducía sin parar, lo único que quería era llegar a aquel lugar que tanto amaba, sentarme y sentir la brisa del mar, cuando por fin podía ver aquel lugar que desde que tengo memoria era mi favorito todo comenzaba a tener sentido, veía las cosas más claras.
Desde que recibí esa llamada mi día a sido pésimo, cuando desperté creí que hoy sería genial, el día estaba hermoso, soleado y con aquella brisa deliciosa que se siente en aquellos lugares cerca del mar, me levante y le di su desayuno en su pequeña charola a mi perrita clowy, me preparé un tazón con fruta y un jugo de naranja, me senté y apenas le había dado el primer sorbo a mi delicioso jugo y entonces mi teléfono sonó, alguien me llamaba.
Aparco mi coche en la arena a una distancia considerable de donde está el límite para estacionarse, me bajo y veo como las últimas personas están recogiendo sus cosas para marcharse a sus casas después de un día maravilloso en el mar, yo sólo camino por el lugar que conozco de toda la vida, me dirijo hacia mi segunda casa, en donde sólo puedo pensar, ya es algo tarde son pasadas las seis de la tarde y llego justo para empezar a ver el atardecer que tanto me gusta.
Ya estoy más cerca de llegar y sentarme solo a ver el atardecer y a pensar, pero algo llama mi atención mientras camino, me apresuro un poco más a llegar y cuando ya estoy muy cerca veo perfectamente como una persona está sentada ahí, justo ahí, está sentado en mi lugar, lo único que quería era sentarme a ver el atardecer y está persona o mejor dicho este chico acaba de arruinarlo.
Me paro desafiante esperando a que el me mire, se sienta incómodo y se marche, al ver que el no voltea no me queda más remedio que hablarle—disculpa— el chico voltea y se me mira de arriba para abajo varias veces— oye no puedes estar aquí, la playa cierra a las seis y está prohibido el acceso hasta el día de mañana— el chico sólo sonríe y me dice— entonces ¿qué haces tú aquí?— me tomo por sorpresa su respuesta pero de inmediato me repuse— este lugar está prohibido para personas como tú— el chico sólo se levanto tomo lo que parecía una cerveza volteo y me dijo—sabes no eres la única que ah tenido un mal día— y sin más dio la vuelta y se marchó.
Me senté en el lugar al que hace apenas unos minutos estaba el sentado aquel chico, no regresó y le agradezco por eso aunque él no lo sepa, el resto de la tarde me la pase ahí sentada, recargada en aquel viejo árbol viendo el atardecer.
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Espero que les haya gustado este capítulo, disfrute mucho hacerlo para ustedes, cualquier comentario lo tomaré en cuenta y me gustaría mucho leer sus opiniones. :)
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El mar entre nosotros
Teen FictionAquel día no pensaba, sólo conducía sin parar, lo único que quería era llegar a aquel lugar que tanto amaba, sentarme y sentir la brisa del mar, pero tenías que estar tú ahí sentado en mi lugar favorito y sin saberlo en ese instante comenzó la histo...