"Para quien sabe amar,
solo recibe amor."
Conjunto de Drabbles KaiSoo♥
Cada historia es independiente de otra y serán publicados en días específicos.
"El mejor regalo que puede dar un escritor son sus palabras"
Especialmente dedicado a l@s chic@s d...
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KyungSoo movía frenéticamente los dedos sobre el teclado de su laptop, muy concentrado en el complicado informe que debía tener listo y enviado lo antes posible.
Odiaba traer trabajo a la casa pero en esa oportunidad no le quedó opción, pues los cierres de fin de mes siempre involucraban esfuerzos extra.
Su departamento se encontraba en la última puerta del séptimo piso. Libre del molesto ruido del tráfico pero, al mismo tiempo, aislado, ya que era el único que alquilaba en toda la planta.
Detalle que no le interesaba, al menos no por él. Sentía el hecho de que cada vez que debía ir a trabajar, JongIn se quedaba solo.
– Hyung... ¿Qué estás haciendo Hyung? Hoy íbamos a pasear al parque...
El moreno se acercó a gatas buscando descansar la cabeza en las piernas del más bajo, mientras lo veía suplicando una pizca de atención.
– hoy no se puede Innie, tengo que terminar con estos papeles, es importante. – explicó mientras acariciaba las felinas orejas del hibrido. – prometo que saldremos apenas acabe, pero mientras tanto debes portarte bien ¿de acuerdo?
JongIn abulto sus labios y Soo sintió derretirse, era débil ante aquellos tiernos gestos.
– pero... ¿puedo quedarme aquí mientras trabajas? Me quedare quieto y en silencio Hyung.
Kyung soltó un suave suspiro y finalmente aceptó. – Claro que puedes, pero ¿no vas a aburrirte? No podré prestarte atención.
El gatito de piel canela negó con una alegre sonrisa ante el consentimiento de su humano. – Innie es feliz si Kyungie está cerca de él.
Le encantaba portarse infantil con su amo, más sabiendo el efecto que causaba en él.
El chico de grandes ojos dejo, sin muchos ánimos, de mimar a su gatito para volver a su tarea y JongIn por su lado, se sentó a su lado esperando pacientemente a que acabara de trabajar para jugar juntos.
Siempre llegaba tarde del trabajo o seguía ocupado al regresar a casa, se sentía culpable. Porque cuando lo encontró en el borde de aquel arroyo, dentro de una cajita de zapatos llamando entre llantos a quien lo había abandonado, se juró nunca hacer lo mismo, y se lo prometió a él cuando lo rescató.
–Nini ya... – Cuando al fin terminó de enviar el último reporte, se volteó al hibrido a su lado, pero se había tardado tanto que la noche tomo protagonismo y el moreno se había quedado dormido. –...es una lástima, otro día será.
–Kyungie... ¿ya vamos al parque?– cuestiono entre-dormido al ser llevado al cuarto.
– ya es muy tarde, pero podemos dormir abrazados ¿quieres?
El felino asintió animado y KyungSoo sintió que todo el peso que cargaba en sus espaldas se aligeraba de sobremanera.
Mientras su amado JongIn descansaba pacíficamente a su lado, con el rostro enterrado en su pecho y enredando la cola en su cintura, empezó a considerar la idea de mudarse, quizás a los suburbios, de cambiar de empleo por uno menos demandante.
Pero todo eso lo vería en la mañana, por lo pronto solo quería disfrutar de la calidez de su chico, del relajante sonido de su ronroneo al acariciarlo, del simple hecho de tenerlo solo para él.
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