Se ha vuelto una rutina, es así de sencillo, no hay que darle más vueltas. Una rutina, de esas que consumen y no te dejan ver más allá.
Desde hace mucho que empezamos con ella y la seguimos al pie de la letra, con sentimientos y todo incluído, donde él que se lleva la peor parte soy yo al atentar contra mi propia voluntad.
Es obvio que estoy más que cansado, es bastante extraño, los gritos los almaceno en mi cabeza, sin embargo, los siento en el corazón como una púa sofocante que también envenena.
Estoy cansado de la misma rutina; de las mismas palabras, las mismas expresiones, los mismos conflictos, las mismas personas, y sobretodo los mismos sentimientos que me provocan asco y repudor a personas que se supone que debería querer, pero que ahora veo como obstáculos que aparecieron sin causa ni juicio y que dieron lugar en mi vida sin yo haberlas escogido.
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Perdido pero vivo
Short Story¿Vale la pena luchar aun cuando sabes que todo está a punto de derrumbarse? ¿Qué tan dispuesto estás por conseguir lo que quieres? ¿Sí las cosas se ponen difíciles, de todos modos, seguirías adelante? Veamos hasta donde eres capaz de llegar...
