Único

1.2K 192 46
                                    

Revisado: 7/01/2022

Lo primero que siente es el frío viento chocar contra su piel, y los mechones del flequillo aterrizar sobre su frente. Sus ojos aún se encontraban cerrados, y el cansancio que había estado acumulando al usar sus poderes ancestrales aún no había desaparecido del todo, aquello no resultó estar mucho tiempo como una molestia. Tan pronto los mechones tocaron su piel sintió la yema de unos dedos correrlos, resultando muy cálidos para su estado actual.

A lo lejos pudo sentir múltiples voces charlando entre sí, el tema de conversación no llegaba a sus oídos, pero seguramente serían problemas, ¿Realmente quería saberlo? Mientras aumentaban los segundos en los cuales su conciencia había regresado aumentaron los estímulos que lo rodeaban: El suave colchón sobre el cual se encontraba reposando, la cálida manta que se encontraba cubriéndolo, así como la tranquilizadoras presencias a su lado.

Se encontraba a gusto, y si fuera por su pura elección permanecería así, aun así, se obligó a abrir los ojos. Esto mismo resultó más difícil de lo pensado, sus párpados se sentían pesados, al igual que su cabeza se hundía en agonía.

"Te advertimos de no sobrepasar los límites, ¡Nos usaste a la vez y luego vas y te apuñalas!"

El ahora ex- comandante pudo escuchar cómo lo regañaba la Súper Rock, inconscientemente arrugó su ceño ante lo estruendosa que sonaba la voz al recién haber despertado. Aun así, ignoro lo dicho y abrió lentamente sus ojos. La brillante luz lo cejo momentáneamente logrando que cerrada sus párpados de forma inconscientemente, los cuales volvió a abrir y parpadeo varias veces para acostumbrarse con rapidez.

Cuando giro su cabeza a la izquierda se encontró con los menores, Raon Miru se encontraba durmiendo con su cabeza apoyada en su brazo. Mientras On y Hong estaban recostados al lado del menor, con sus cabezas apoyadas entre sí. Al ver tal imagen intento no moverse mucho para no despertarlos de su merecido descanso, y en cambio dirigió su atención a su derecha.

Choi Han se encontraba observándolo sin decir nada a pesar que ya era notable su despertar, su expresión era fría y un aura de seriedad que no solía tener sobre el lo rodeaba, como si tuviera en pleno campo de batalla. Aun así, su expresión estoica permaneció y en cambio trasmitió sus dudas sin repensarlo mucho.

— ¿Cómo están todos?

Antes de abrir sus ojos le había parecido haber escuchado múltiples voces, considerando que los otros sentidos aumentaban cuando uno se encontraba obstaculizado no se trataba de una mera suposición. Choi Han no aparto su vista de su persona, el espero tranquilo a que su respuesta fuera respondida.

— ¿Es lo único que tienes que decir?

Choi Han pronuncio con voz ronca y gran seriedad como si estuviera emitiendo un juicio, sus manos se encontraban agarradas entre sí y apoyadas sobre el colchón sobrante. Su pelo se encontraba hecho un desastre más su ropa se encontraba en perfecto estado; seguramente habían sido cambiadas al derrotar al bastardo blanco.

... No me matara, ¿no?

No pudo evitar preguntarse internamente ante tal imagen, y casi temblando ante tal pensamiento. Su expresión parecía sombría, mas no poseía la crueldad con la cual recibía a sus enemigos.

— ¿Algo fue fuera de lo planificado?

Aquellas palabras por su parte parecieron ser un detonante. El hombre frente a el aumento la fuerza con la cual se estaba tomando de las manos. Las venas de su mano y sus nudillos resaltaron por encima del resto, y su expresión se volvió carente de cualquier emoción.

— Cale Henituse, ¿Qué diablos somos para ti?

La voz con la cual se dirigía a él actualmente denotaba notable ira, su tono fue claro y alto, hasta tal punto que los menores que habían estado descansando levantaron sus cabezas alarmados. Ante lo inesperado de la situación su expresión estoica cambio a una de completa incertidumbre, y podía sentir como desde el inferior de su espalda hasta subir por el resto de su cuerpo un sudor frio comenzaba a tomar su camino.

Autoconservación - TCF - One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora