Redvelve_t

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Todos los sábados Hinata y Nagito pasean por el parque, pues desde hace meses comenzaron su relación formal en ese mismo parque.

En una ocasión, un día como muchos, donde el sol salía con gran esplendor en el despejado cielo con nubes de algodón blancas como en cabello de Nagito, quien despertó con emoción para reunirse con su amado Hinata, bajo de su cuarto al comedor para comer algo ligero, después se tomo una ducha aunque algo le sorprendió después, la ropa que planeaba ponerse se había mojado, pues la noche anterior la dejo en la ventana y, debido a una ruptura de la cornisa, el agua se escurrido sobre la misma.
Había salido envuelto en una toalla, y debido a que aún seguía viviendo solo en su enorme casa, se hallaba totalmente solo, después de encontrar su ropa húmeda se dirigió a un armario donde saco nueva ropa, a excepción de un pantalón, no había ninguno, ni bermudas o algo que se le pareciera, por mas que daba vueltas en su cabeza no lograba recordar que le ocurrió a su ropa, pues no estaba por ningún rincón de la casa, y aunque habían numerosos cuartos se le hacía tarde para llegar con Hinata y no tenía tiempo para ello.

Es mientras buscaba algo que ponerse que encontró una caja rectangular no muy grande en el fondo de su armario, la tomó, quitó el polvo y reviso su interior, esta contenía un vestido rosado con bordes negros en las mangas y una cinta en la cintura junto al cuello blanco con una línea parecida y un moño verde limón.

Para Nagito fue una "suerte" encontrar algo que ponerse, aunque no era precisamente lo que esperaba, y es que había olvidado que tenia ese vestido guardado. Dieron las 11:00 y para ese momento salió de su casa con ese vestido puesto, tratando de no llamar la atención de la gente y darse prisa a llegar con Hinata.

Por su parte el castaño estaba apenas llegando al parque con un pantalón marrón y playera azul junto a un par de zapatos negros y una mochila en donde guardaba un paraguas y una sudadera violeta.

Al llegar al parque notó que no había mucha gente como en otras ocasiones, lo que le causo intriga pero no le dio más vueltas en espera de Nagito.
De repente vio a lo lejos a una persona vestida de rosa con un hermoso cabello blanco como algodón, esta persona le resultaba intrigante hasta escuchar su dulce voz

–Hinata...–

–¿Komaeda?– el castaño no acababa de entender el por qué ese chico que tanto amaba se había presentado ante el con un vestido que bien podría estar usando Nanami

Ninguno esbozo palabra alguna, se hallaban parados uno frente del otro, en su silencio se hallaba el misterio pero también algo que los volvia muy unidos, su aceptación.

Se tomaron de las manos y empezaron a caminar, las pocas personas que les podían ver pasaban sin ningún gesto extraño, a sus ojos el albino hacia buen papel de chica, pero para Hinata nunca había sido así, pues lo veía por quien siempre ha sido, con todo e imperfecciones.

Por el centro del parque encontraron a un vendedor ambulante, al que compraron unas papas y un helado, siguieron su paseo con naturalidad, sin palabra alguna, solo disfrutando su día.

Pasaron las horas frente a sus ojos, la brisa hacia volar las hojas de los árboles descubriendo el cielo que, poco a poco, comenzaba a teñirse de un acaramelado color anaranjado y rojizo que se reflejaba en los charcos y las ventanas de los edificios, creando un ambiente espectacular.

Regresaron a casa de Nagito, donde Hinata preparo la comida/cena, cuando se sentaron comenzó a hablar

–Es...ha sido un hermoso paseo...– Nagito estaba nervioso y Hinata lo notaba

–Si, así ha sido pero...me he estado preguntado...–

–Si, se de que se trata– Nagito miro a Hinata a los ojos mientras le contaba lo que le había sucedido en la mañana, estaba apenado

–Ya veo...– dijo Hinata de manera muy natural, casi desinteresado

Para el albino fue una sorpresa la reacción del castaño ante lo ocurrido, por un lado le parecia algo vergonzoso y por otro se sentía bien por saber que a su novio le gustaba aunque se vistiera así.

–Ya veo que por fin usaste esa cosa que te había dado Nanami el día de los inocentes–

El albino había olvidado por completo que fue Nanami quien se lo había dado fingiendo ser Hinata en una ocasion durante el día de los inocentes.

–Jeje, ¿y qué te parece?–

–Te ves muy lindo así –

–Te amo Hinata-kun–







Hora hora
Si os lo estáis preguntando esto es un one shot de cumpleaños para RedVelve_t

Algo tarde pero yiiii aquí sta

Paseo en el parque [Libro De One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora