Parte única.

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Aún recuerdo ese día, el primer momento en el que te ví. Nunca creí que en tan poco tiempo te volvieras una persona tan importante para mí. Ahora entiendo como la vida puede cambiar en segundos.

Estaba sola en la fiesta. Mi mejor amiga, me había convencido de que asistiéramos, pero al llegar me dejó para irse con su novio. Exacto, la muy maldita me cambió para encerrarse en un cuarto con él.

Tú te acercaste, accidentalmente habías derramado un poco de tu bebida sobre el piso y yo te ayude a limpiarlo. Momentos después hablamos sobre temas triviales y finalmente me sacaste a bailar, nunca olvidaré esa noche.

Desde ese momento todo cambió. Nunca te había notado, eras un año más grande que yo y no compartíamos clases. Pero después de esa noche comencé a hablarte. Todas las tardes platicabamos sin falta, te ganaste mi confianza rápidamente, convirtiéndote en una persona tan especial en mi vida. Ni siquiera me dí cuenta de lo que estaba pasando.

Aún recuerdo esa noche, estábamos en el parque y la obscuridad inundaba el lugar. La luna y las estrellas brillaban con mayor intensidad. Tal vez solo era mi imaginación. Dijiste que era una persona muy importante para tí, hubiese preferido que nunca hubieses pronunciado esas palabras. Mi corazón dió un vuelco, intenté ignorar las mariposas que comenzaban a revolotear en mi estómago. Era imposible, cada vez que te pensaba, todos mis sentidos se activaban.

Pero luego de ese día todo cambio. Te notaba más nervioso de lo normal, eras mi mejor amigo y te conocía lo suficiente para saber que algo pasaba.

-¿Cómo le dices a una chica que te gusta?- pronunciaste con voz vacilante. Tus manos temblaban denotando inquietud. Mi corazón comenzó a acelerarse y una rara sensación se apoderó de mi estómago.

-Sólo ve y díselo- respondí- eres una persona increíble, seguramente ella lo sabe.

-Gracias- me rodeaste en un abrazo- te quiero, ¿lo sabes?- esas fueron tus palabras exactas. Después depositaste un beso en mi mejilla y saliste corriendo. Dejaste a una chica emocionada y suspirando.
Momentos después todo rastro de felicidad, desapareció.
¿Qué te puedo decir? Mi corazón estaba destrozado después de leer tu mensaje.

"Hey, gracias por el consejo. Por fin pude acercarme a ella. Mañana tengo una cita, deséame suerte".

La tristeza se hizo presente.
Al siguiente día pude comprobarlo. No podía odiarte ¿Cómo odiar a una persona que amas? Sólo me sentía estúpida por no deducir todo con anterioridad.

Recuerdo que los felicité, debajo de mi tristeza me sentía feliz por tí. Tu sonrisa valía la pena.

¿Sabes la cantidad de sonrisas que tuve que fingir?

¿Tienes ideas de las noches que lloré hasta quedarme dormida?

Sólo me lastimaba así que comencé a alejarme. Siquiera lo notaste, estabas demasiado ocupado con tu novia como para recordarme.

Nunca te lo dije, pero cada vez que la besabas mi corazón se rompía.
Fui una estúpida por seguir queriéndote, por no olvidarte.

Nunca te lo dije, por varias noches lloré observando las estrellas, bajo ellas me dijiste lo importante que era para ti.

Nunca te lo dije, pero sigo observandote buscando cada una de tus sonrisas, porque aunque yo no sea la causa de ellas me encanta verte feliz.

Nunca que lo dije, pero sigo enamorada de tí.

Nunca te lo dije. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora