El contratiempo

El Principio de Todo

Era una tarde en la que dos jóvenes amigos, llamados Edward Sellers y Mico Tyler, decidieron salir en auto rumbo hacia el norte, Mico se encontraba manejando el automóvil mientras Edward se echaba una siesta de lo cansado que estaba debido a que el día anterior tubo que quedarse despierto hasta tarde por un trabajo de la universidad, ya habían pasado unas cuantas horas cuando Mico levanta a Edward de su sueño porque el auto se le había estropeado una llanta por una raíz de un árbol que justamente sobresalía por la autopista, en ese momento Edward se encontraba un poco soñoliento debido a que se había levantado de golpe y no sabía que estaba pasando, pasaron un par de minutos cuando este volvió a la normalidad y se puso a conversar con Mico acerca de como iban a solucionar el problema que tenían, ya que se estaba haciendo de noche y ellos no sabían donde se encontraban, tenían que encontrar un lugar donde pasar la noche, pero donde lo iban hacer si se encontraban en medio del bosque y sin comunicación alguna. En ese entonces Mico avisa a Edward que hay humo saliendo por un algún lugar adentrado en el bosque, entonces ambos amigos se propone ir adentro del bosque para ver de donde estaba saliendo ese humo ya que pensaban que podría venir de una cabaña en donde una familia les podría dar asilo por esa noche hasta que encontrasen una forma de solucionar lo del neumático.

Ambos amigos emprenden la caminata para llegar al lugar de donde provenía el humo, mientras caminaban los árboles se movían de un lado para el otro guiándoles a los jóvenes para que no se pierdan en el bosque. Mico se encontraba un poco asustado porque no sabía donde se encontraba y pensaba que se iba a perder para siempre, en cambio, Edward solo pensaba si llegarían a encontrar esa cabaña donde pudieran descansar ya que aún se encontraba con sueño. Ya había pasado alrededor de una hora cuando Edward se asombra al ver a una joven mujer bella, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda. Estaba vestida con un polo blanco, una falda larga que le llegaban a los tobillos e iba completamente descalza. «Esta es la mujer más bella que he visto en mi vida», pensó, entonces decidió acercarse para preguntarle si había por estos lugares una cabaña donde pudieran pasar la noche, cuando ya estaba apunto de preguntarle, Mico lo llama y Edward voltea a verlo para ver que pasaba, Mico se acerca a Edward para preguntarle ¿por qué se había alejado tanto del camino? cuando en ese momento Edward le dice que había visto una chica que derrepente les podría ayudar a encontrar un lugar donde pasar la noche pero Mico le dice que él no había visto absolutamente nada desde que lo vio salir del camino, Edward voltea con dirección hacia donde se encontraba la chica y le dice: «Ahí está, ¿no me digas que no la ves?», pero es en ese momento cuando Edward se percata de que la chica no estaba, «Ahí no hay absolutamente nadie», respondió Mico, «Olvídalo, mejor ya vámonos a de haber sido mi imaginación», dijo Edward.

Volvieron a seguir con su camino original cuando después de un par de horas de caminata encontraron una gran cabaña, la cual estaba hecha de ladrillos, tenían un sin fin de pisos y estaba construida encima de un gran lago, ambos jóvenes se encontraban felices porque después de un largo rato habían encontrado un lugar donde podrían pasar la noche y donde podrían descansar después de tan largo recorrido.