Mis poderes

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CAPÍTULO V


Estaba todo oscuro, me dio miedo y de repente... entre las tinieblas vi una sombra y me asusté. Lancé un rayo de luz que iluminó toda la sala y la sombra no estaba.
Una pradera y una cueva "que pasó con la habitación "pensé, no había nada más, fui al prado y cuando di un paso me choqué con algo transparente, extendí los brazos para tocar, efectivamente una pared transparente, me fui moviendo a la vez que tocaba el cristal que me llevaba a la cueva, pasé y se hizo la oscuridad, pero pude distinguir cada roca y animal por pequeño que sea, yo toqué las rocas delicadamente mientras pasaba para no darme contra ellas y... ahí estaba la silla en la que me había sentado al empezar la prueba, no sé porque pero sabía que tenía que sentarme en ella, fui hacia la silla y me iba a sentar cuando vi una serpiente en el suelo y me paré rápidamente, la esquivé y seguí. Me senté y cerré los ojos.
Se abrió la puerta y salí.
-¿Qué me ha salido?
- Ver en la oscuridad- Noté un cierto aire apresurado en su respuesta.
-Pero... ¿Y lo del rayo de luz?
-Charlotte, eso son alucinaciones- Intentó cambiar la voz, pero yo la conozco muy bien para darme cuenta de que estaba insegura.
- Vale y... ¿ahora qué hacemos?
-De momento vete a tu habitación, luego te lo diré
- Vale - Me di la vuelta y pasé dentro de la casa.

Intenté recordar el camino de vuelta a mi habitación, intento fallido, así que decidí probar suerte. Estuve caminando por los pasillos siguiendo mi instinto, hasta que me perdí, así que entré en la puerta de mi derecha, por entrar en alguna habitación. Pasé. No había nadie
-Oh-Dije asombrada
Es una biblioteca. Fue... Hermoso ver eso. Era un gran pasillo de madera, en medio había una mesa rectangular y unos sofás rojo oscuro, al lado de cada uno unas mesillas pequeñas, en una un libro que no pude distinguir el título, a los lados enormes estanterías con libros ordenados por colores, al fondo una escalera negra de caracol detallada con los mismos dibujos que las puertas del salón, luego en la segunda planta era lo mismo, con una barandilla negra, en cada estantería había un símbolo en la parte de arriba, y el techo estaba recubierto de cristales transparentes.
"¿Cómo limpiarán los cristales?" Pensé
Mientras estaba sumida en mis pensamientos me acerqué al sofá y cogí el libro que estaba en la mesilla. El título era "Los poderes de los Pythones"
"Que ironía, justo lo que quería encontrar" Pensé.
Cuando iba a leer, noté una mirada sobre mí, pero no le hice caso.
-¿Te gusta leer?- Dijo una voz ronca que me hizo sobresaltar, me di la vuelta y reconocí al momento quien era. Con esos ojos azul cielo y tan guapo, Christopher.
- Am... S-i, si me gusta ¿Y a ti?
- Si, me encanta- como no sabía que decir me dediqué a sonreír. Él también sonrió, su sonrisa era enormemente atractiva a la vez que elegante.
"Cálmate " Pensé
Me levanté y dije
- Bueno... me tengo que ir ¿Me acompañas?
-Claro
Nos pusimos a caminar hacia la escalera para bajar a la segunda planta de la biblioteca, se paró enfrente de la escalera y dijo
-Las señoritas primero- Esta bien, había hecho esfuerzos para no ponerme roja, pero no pude evitarlo, me notaba ardiendo así que desvíe la mirada. Me pareció que me vio roja, pero no estoy segura. Bajé primero y lo más rápido que pude, él bajó detrás de mí y salimos. Fuimos hasta mi habitación, fue un camino silencioso, llegamos a la puerta de la habitación, nos quedamos callados un rato y decidí despedirme
-Bueno... Adiós- Dije cortada
-Adiós - Cuando me giré él me agarró del brazo haciéndome girar y me juntó a él. Teníamos los labios casi pegados, pero no lo bastante para considerarlo beso, notaba su respiración acelerada igual que la mía.
"¡Bésale!" Gritaban todo mi cuerpo. Y entonces...

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