Algo ideal para ti

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¿Hoy era? Si, hoy era ¿Cuánto iba a gastar? Esa era lo de menos ¿Tenia la reservación del restaurante? Desde semanas ¿Encontró el mejor hotel? El mejor de todos ¿Tenia todo arreglado? Como siempre, pero no había pensado en... ¡¿Qué le iba a dar?! No tenia idea estaba tan distraído pensando para que todo saliera bien, que se le olvido lo más importante ¿Que le regalaría a Fye? ¿Cómo pudo olvidarlo? ¿Tan estúpido era? Al parecer si, debía mantener la calma, todo estaba bien ¿Verdad? Todo tiene solución ¿Cierto? Era mejor pensar rápido, la hora estaba llegando, la hora de celebrar un año más a su rubio estaba por comenzar.

Ya estaba vestido, camisa de botones negra y pantalón de vestir negro, eran sus colores favoritos, los colores que hacían enloquecer a el rubio. Miró su reloj, ya no daba tiempo de ir por un regalo. Fye no debía de tardar en llegar a la casa, trabajaba en un café junto a sus mejores amigos, Chii, Sakura y Mokona, por el trabajo de ambos poco se veían, pero él iba a recompensarle todo eso a su amado Fye, con una gran noche que ambos nunca olvidarán.

Aun recuerda todo como si fuera ayer... Dos jóvenes que ingresaron a la misma universidad, uno por arte, simplemente para perfeccionar lo ya perfecto y el otro administración de empresas, todo para ser su propio jefe, un pequeño accidente les hizo conocerse, tropesaron y desde ahí sus amigos en común los invitaron a fiestas y reuniones, al principio ese rubio no le caía en lo más mínimo bien, sonrisas falsas, mentiras, vacío ¿Quién podía ser así? Sin embargo al tiempo todo eso cambio, ese rubio le atrayo y de parte de el rubio también era así, comenzaron a conocerse, hablarse y amarse, Recuerda cuando probó por primera vez los labios de Fye y ni se diga la primera vez que lo vio sin ninguna prenda, uno de los mejores momentos de su vida, así hasta la actualidad...

Miro su reloj de mano, eran las 6, era el momento. Escucho la puerta abrirse, todo parecía en cámara lenta, lo primero que le dijo a Fye en la mañana fue "Feliz cumpleaños, te amo" el rubio sonrió y contesto "Gracias y yo también te amo" sin más se marcho a su trabajo, una de las mejores cosas de ser tu propio jefe es que puedes faltar de ves en cuando y eso lo agradecía infinitamente. 

-Buenas.. mmm... ¿Tarche? -Saludo el rubio con su bella sonrisa, esas que ya no eran falsas, esas de las que se había enamorado el moreno.

-¿Se puede saber que es eso? -Rio, amaba lo infantil de Fye, quien sabe con que saldría ahora.

-Es que no se si ya son buenas tardes o buenas noches así que lo combine -Sonrio.

-No puedo con tus cosas... -Se acerco a el rubio y lo tomo de la cintura, este le rodeo con los brazos, juntando sus cuerpos -Debes arreglarte.

-¿Qué me regalaras? -Pregunto con una pequeña sonrisa.

-Sorpresa -Dijo rápidamente para que el rubio no notara su nerviosismo.

-¿Qué harás Kuropin?

-Es una sorpresa y no preguntes más -Sentencio.

-Como quieras -Odiaba las sorpresas, era mejor saber todo y ya, pero si Kurogane lo quería sorprender, él se dejaría sorprender. 

Vio como Fye, se alejaba subiendo a su habitación, esa donde compartían todo, y todo era poco. Se sentó a esperar... 

¿Qué tanto hacia ese rubio? Ya había pasado una hora ¡una hora! ¿Y si le paso algo? Negó, conociendo a Fye se haría un escándalo. 

-¡FYE! ¿YA VIENES? -Grito desesperado, la reservación de el restaurante era a las 8 y este no estaba listo, debían apurarse. 

-¡Qué desesperado! ¡YA VOOOY! -Grito con alegría.

Kurogane se paró frente a las escaleras a esperar, él dijo que ya casi venia ¿No?. Miró en dirección de la pared, había una foto de ellos besándose, amandose, siendo ellos, amaba esa foto, una de tantas... Escucho leves pisadas arriba, ese sin duda era Fye, apenas pisaba, era una costumbre de el rubiecito asustarle ya que no se escuchaba, bueno.. no podía negar que le gustaba que Fye lo molestase. Miró hacia el ultimo escalón de arriba y ahí estaba, Fye vestido de con una camisa blanca de botones y un pantalón negro que le quedaba muy ajustado marcando todas sus virtudes. Kurogane solo pudo sonreir a tan perfecta imagen, si no hubiese reservación, le habría ayudado a Fye a quitarse todo eso de nuevo.

Algo ideal para ti (One-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora