Las estrellas se encontraban ahí cada noche, como si esperaran algo en especial durante esas horas, ver pasar a su estrella fugaz o ese cometa que va cada ciertos años. Era imposible dejar de admirarlas, parecían ser algo irreal, algo tan hermoso que no lograba creer que las tenia ahí frente a sus ojos.
La mayoría del tiempo pasaba las horas deseando que oscureciera para volverlas a ver, con el miedo de que algún día no lo volviera a hacer jamás, porque ella tenia bien claro que nada era para siempre. Decimos que lo tenía claro, porque todo cambio cuando se topó en su camino a su gran Sol, ese que le hizo perder por completo la cabeza, que al cerrar los ojos era capaz de bailar usando las constelaciones como caminos y correr entre las nubes rosadas del ocaso.
-Oh Dios, que maravillosa melodía
Fueron las primeras palabras que él habìa escuchado salir de su boca, esa noche a las vibraciones de 1901, en esos momentos nunca imaginó que su vida ya no serìa la misma, ni el mismo monotono y regular ritmo cardiaco de siempre. Que llegarìa a su vida un tipo de amor que no conocìa. Antes de dormir ama recordar ese momento, teniendo la esperanza de que al recordarlo más de mi veces, el tiempo se apiadará y lo regresará a ese momento para revivir esas mil y una sensaciones.
Aquella misma noche las estrellas parecían eternas sobre el reflejo de los charcos, la mùsica se acoplaba tan bien a las sensaciones de ambos, bailaban como si no hubiera mañana. Estaban bailando como si estuvieran hechos de luz de estrellas.
-Mírate, te preocupas demasiado por cosas que no puedes cambiar. Te pasarás la vida entera cantando blues si sigues pensando de esa manera
Le decía èl al oído al compas de la mùsica mientras ella reía delicadamente. En esos momentos los dos estaban saliendose por completo de la òrbita a la que pertenecían, era como si al juntarse ellos dos, todo desapareciera y sòlo ellos existieran en el universo. Él estaba tratando de hacer saltar rocas en el océano, mientras le susurraba coquetamente al oído.
-¿No ves la luz de las estrellas? ¿No sueñas con cosas imposibles?
El discurso que ella dijo despuès de esas preguntas parece estar tan vivo como ese día, que puede volver a escuchar claramente las palabras exactas en su mente:
-No sueño cosas imposibles porque todo es posible, siempre soñaba con ser una duquesa y bailar con un principe en una noche de gala... lo estoy haciendo ahora.
Ahì fue donde su pensamiento cambio por completo, como si su percepciòn de la vida todos esos 23 años hubieran sido basura, ella llegò a darle un gran giro a su alma, como una angel iluminando hasta el más oscuro rincón de su corazón gris. Toda una salvación... un milagro, la verdad de todas sus mentiras.
Esa noche fue la más larga y feliz de su vida, él hablaba como un loco mientras bailaba con su luna, creìa que podrían casarse en ese mismo momento, tener diez hijos y enseñarles como soñar.
-Demasiado bueno para ser cierto.
Susurro ella meses más tarde, cuando dejaba de sentirse como una luna y se convertía en una estrella... una de tantas. Su Sol tal vez ni siquiera era su Sol y sòlo era un cometa.
-Si dejamos nuestros sueños morir ¿Qué hacemos los dos aquì?
Cuando ambos se desorbitaron, no se dieron cuenta de que se dirigian al gran agujero negro.
-Si tu quieres hoy culpamos al tiempo por traernos màs temprano al adiós
Él se fue dejando en su lugar un gran vacío, como un cometa que se va sin un destino, buscando en el espacio todo lo que no encontró, pero lo que no sabía era que tenía que entregar más de la mitad del corazón para encontrarlo, pero no lo hizo. Pero lo que no sabía era que cuando ella partiera, se iba a ir detrás toda su vida y de inmediato serìa un meteorito, un triste meteorito que canta todas las noches a la desolación del espacio deseando regresar el tiempo.
-Ella era una estrella y de todas la más bella... así era ella.
-Una extraña
ESTÁS LEYENDO
Escritos de una extraña
Teen FictionEsto es solo un tipo diario, donde escribiré cosas para desahogarme, escritos que salen de mi loca mente. Ojala se puedan identificar con algunos.