Te he encontrado, te he releído y te he escuchado.
Te he recordado y me he dado cuenta de que mi vértice más sensual son tus pupilas clavadas en mi cuello, tu mano con la mía y tus besos en mi frente.Y sin embargo, no hay besos en mis labios ni sexo con quienes te lo conceden.
Solo excusas, suplicas y algún intento.Estamos jugando mal y acabaremos peor, calientes, con arañazos en la espalda y los labios cortados.
Con unas medias rotas y una copa sin vaciar.
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Historias fugaces.
RomanceMicrorelato de un microencuentro y otras situaciones absurdas.