Kendrick se apoyó sobre sus rodillas intentando coger aire, se incorporó y miró a la chica con una sonrisa. Estaban demasiado acalorados por la carrera.
K:
¿Y si nos bañamos?
Hayls asintió tímidamente y vio como el chico se quitaba sus prendas hasta quedar en ropa interior, ella, hizo lo mismo pero dejó su camisa de la escuela puesta. Acto seguido, Kendrick se adentró rápidamente al lago, ella se quedó sentada sobre la orilla apoyada sobre sus manos y mirando el cielo.
K:
¿No te bañas?
H:
Estoy bien aquí, además, parece que el agua está un poco fría.
Hayls levantó los hombros al decir aquello, Kendrick frunció el ceño al oírlo y se acercó lentamente hacia la chica para después comenzar a salpicarle. La chica soltó un grito al sentir el agua helada sobre ella, por lo que sin pensarlo se sumergió en el lago. Nadaron unos mintutos para entrar en calor. Hayls se sumergió por unos segundos, Kendrick, miró a la chica y también lo hizo. Cerró los ojos, cogió aire y se sumergió como le había enseñado su mejor amigo, Adam (hablaremos de él en el siguiente capítulo). Gracias a Adam, Kendrick era capaz de aguantar al menos 20 minutos bajo el agua, claro, Hayls no sabía aquello. Por lo que cuando ya pasaron los 10 minutos, comenzó a buscarlo desesperadamente.
H:
¡Kendrick!
Siguió buscándolo hasta que pensó que el muy tonto podría haberse ahogado, por lo que salio cabizbaja a la orilla, y se sentó abrazada a sus piernas con el rostro entristecido. Pasados los 25 minutos, unas burbujas comenzaron a verse sobre la superficie, Kendrick salió como un renacuajo y cogió bastante aire.
K:
¡Wow! ¡He batido mi récord!
H:
¡idiota! ¡¿Dónde estabas?! ¡Pensaba que te habías ahogado!
K:
Soy Aquaman.
Kendrick sonrió mirando a la chica, a ella le gustaba cuando él sonreía y a él le gustaba como le miraba cuando sonreía.
H:
Anda, Aquaman, vamos a secarnos.
Salió del lago y se sentó junto a ella, mirándola.
K:
¿Me dejas continuar con el retrato?
H:
Claro, pero... no sé posar muy bien.
K:
Sólo intenta no moverte mucho.
Sacó su cuaderno de la bolsa y lo abrió por donde había comenzado a retratarla, sacó su lápiz y una pequeña goma bastante desgastada y siguió con el rostro de la chica. Pasada media hora totalmente en silencio. Kendrick terminó el retrato.
K:
Ya está, terminado.
Sonrió y arrancó la hoja del cuaderno para entregársela. Ella lo cogió y lo miró con una sonrisa. A él también le gustaba cuando ella sonreía, y bastante.
H:
Es increíble, dibujas muy bien. Lo colgaré en mi habitación, muchas gracias, Ken. ¿Puedo llamarte así?
K:
Gracias por dejar que te dibuje, y, sí, puedes... Creo que deberíamos volver a Hogwarts.
H:
Sí, ya se está haciendo tarde.
Se levantaron y se vistieron, caminando después hacia el castillo. Durante la caminara hablaron un poco más sobre sus gustos, las clases en las que estaban y su familia. Llegaron al castillo y cada uno tomó caminos diferentes a sus salas comunes.
