La chica de la biblioteca (Camren)

capitulo 59 final

UN AÑO DESPUÉS .

LAUREN.

Bueno ahora si podría decir que era la mujer más feliz del mundo, tenía todo lo que quería. Tenía mi propia y hermosa casa, mi perrito Leo y a mi hermosa casi prometida, si, le propuse matrimonio a Camila, ella no lo podía creer cuando se lo dije, pero ya estaba decidida debía sentar cabeza, como decía mi madre, la cual ya sabe todo sobre mi hermosa morena y yo, al principio no lo acepto dijo que era una decepción para la familia, que debía darle el ejemplo a mis hermanos, ejemplo?, si ellos no son iguales a ella, ellos si tienen su mente muy abierta. Ellos me aceptan tal cual soy, los amo por eso. Mi padre acepto mi relación con Camila, me dijo que él se hacía cargo de los gastos para la boda, yo no lo podía aceptar ya que a mi siempre me ha gustado hacer todo por mi propios medios y dinero, si soy complicada lo sé, no me gusta depender de nadie.

Estaba a la par de Camila, estábamos desnudas las dos, la noche anterior todo se descontrolo, si lo sé, somos unas calientes, la cosa es que el vino hizo muy rápido su efecto en nuestros cuerpos, Camila fue la primera en descontrolarse, estábamos en una fiesta que Mani nos había invitado, después salimos de esa fiesta y cuando estamos de vuelta en nuestra casa ella, prácticamente se tiro hacia mi. Observando todo su hermoso cuerpo desnudo, podía ver que me había sacado la lotería con esta mujer, era verdaderamente hermosa y muy caliente, su trasero era lo mejor, ella era cariñosa, tierna y tiene muy buenos sentimientos, y también su cuerpo es de infarto. Ella estaba boca abajo, dejando a la vista su espalda y la mitad de su culo. Con mi dedo comencé ha acariciar su espalda, con demasiado cuidado de no despertarla, quería seguir viendo su cuerpo escultural, era como si un artista la había esculpido. Mi dedo llegó a su trasero, sonreí ya que tenía una marca roja donde recordé haberle dado un manotazo, si soy salvaje, pero ella no se quejo, le acaricie esa zona por un buen rato, luego subí nuevamente por su espalda. Recordé todo lo que había pasado la noche anterior. Las imágenes calientes se hacían presentes, ella sobre mi, moviendo sus caderas al mis ritmo que mis dos dedos dentro de ella, su sabor tan dulce y salado, ella se corrió dos veces.

Aparte un poco su mechones de su cara, se veía tan tranquila y tierna estando dormida, sus labios, son ni tal gruesos ni tan delgados, son tan apetecibles, cualquiera quisiera probar, pero solo yo podía hacerlo ya, ella era mía, no en el sentido de propiedad sino en el sentido de sentimientos, ella era mi novia y mi casi esposa, estoy enamorada de la chica de la biblioteca, esa que cada mañana observaba como se tomaba su café negro, esa la que observe comiendo un helado de banana, esa chica la cual ayude una vez a cargar un caja, en ese tiempo ella no sabía que existía yo, ese día me cautivo, la amo demasiado, me arrepiento los días que la lastime, no era mi intención, yo fui una idiota, pero ella ya me perdono y eso es lo que importa.

En su dedo corazón, observe el anillo con un gran diamante, que le había dado de compromiso, aún recuerdo como se emociono cuando se lo propuse, en esa hermosa playa bajo las estrellas, ella lloro. Aún recuerdo ese maravilloso día.

Flashback.

Todo estaba saliendo bien con Camila, ella era tan hermosa y muy entusiasta, podía observarla toda la vida, interactuar con los niños de los hospitales, ella era una gran mujer, llevaba alegría a todos los lugares que ella iba, la amo tanto, maldito el día en que la lastimaron y sufrió, maldito el día en el que yo la lastime ella se merece el mundo entero, ella se merece lo mejor del mundo.

Ella iba a los hospitales a ver a los niños con cáncer y a los otros niños enfermos, ella les daba una razón para seguir sonriendo, les leía un buen libro y ellos eran felices con poco. Tenía su mini escuela donde enseñaba a los niños que no sabían leer ni escribir. Por todo eso la amo más. En las visitas que tuve a esa escuela pude conocer a demasiado niños sin hogares, conocí a una hermosa niña llamada Lulú, Camila la quería demasiado como si fuera su hija, la entendía esa niña era tan adorable y tierna, a mi ya me había robado el corazón. Quería que la adoptáramos, pero para eso debíamos casarnos, la niña se había encariñado rápidamente de mi, yo la quería en nuestras vidas y sabía que Camila igual.