Sentimientos de Doble Filo [Homoerotica]

Capitulo 3

—Juri—

Dos años después...

—Una vez más —jadee, volviendo a lanzar la daga.

Dicen que la practica hace al maestro pero... dos años, dos malditos años y tan solo he logrado clavar la daga dos malditas veces en el centro, ¿acaso soy un caso perdido?

—Muy bien, una vez más —dije levantando el brazo por decimo octava vez en el día. Estaba seguro que esta vez le apuntaría en el centro.

—Si levantas un poco más el brazo le darás al centro —dijo una voz detrás de mí.

Perdí el equilibrio por la sorpresa, y ocurrieron dos hechos vergonzosos: primero, la daga cacho a centímetros de mi y segundo, caí de bruces.

Me retorcí en el piso y tras maldecir en voz baja me enderece sentándome como indio en el piso, mirando receloso al culpable de mi bochornosa lanzada.

—Ako —pronuncie su nombre entre dientes—. Has hecho que me tropezara.

—Oh, lo siento —dijo sin sentimiento alguno la chica de larga melena blanca.

Esta chica de verdad que me pone los pelos de punta.

—Agh, como sea —rasque mi cabeza y me levante del piso para sacudirme el polvo de la ropa—. ¿Por qué estás aquí?

Después de todo, era raro ver a esta chica lejos de sus hermanos.

—Kei me pidió que te viniera a buscar. Hay una reunión en el salón principal. No tardes —y sin más, dio media vuelta y se fue por donde llego.

Hice una mueca de desagrado, esas reuniones siempre era muy largas, y claro, como yo apenas estaba en los diez años, no podía participar en misiones o reportar los hechos ocurridos, ¿Por qué me llamaban entonces?

Bueno como sea, vería a Kei, y eso me ponía feliz. Hace dos días que había regresado de un viaje que hizo junto a Miyo, y aun no tenia oportunidad de hablar con él.

Subí las escaleras del lugar y tras cerrar la puerta como era debido, me dirigí al salón principal.

Todos ya estaban presentes, y claro ahí estaba mi amado Kei, sonriendo a todos los presentes como siempre acostumbraba, me vio entrar y me hizo una seña con la mano y me regalo una sonrisa.

—Bien, ya estamos todos presentes—dijo Kei juntando sus palmas con una sonrisa—. Hoy los he reunido para darles una información de una misión de largo plazo—, todos se miraron entre ellos y tras una carraspera de parte de Kei, volvieron a prestar atención—. Como decía: Miyo dará los detalles.

La nombrada dio un paso al frente y se situó al lado de Kei con unos papeles en las manos.

—Bien, como dijo Kei, hay una misión de largo plazo —bajo su mirada para leer los papeles—. Se ha filtrado información de un reciente integrante a los Demons, Pierre Northwest. Era un ejecutivo normal en Paris, casado, con hijos y nietos. Sin embargo la empresa quebró, dejándolo sin empleo. El último dato que tenemos de él es que ha hecho un proyecto para una fiesta.

—¿Una fiesta? —interrumpió Rei—. ¿Cómo puede hacer una fiesta si esta sin empleo?

—Exacto, Rei —interfirió Kei, antes de que Miyo pudiere contestar—. Aquí es donde entra la misión de largo plazo, los preparativos están destinado para cinco años más.

Y aquí es donde toda la lógica se va freír espárragos, ¿Cómo que cinco años?

—Pero eso no tiene lógica —volvió a contraatacar Rei.