Saldando deudas

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Capítulo 1: Malas Noticias

Hermione Granger miraba pensativa por la ventana, maravillándose de la vista que se contemplaba desde esa elegante oficina en la calle principal de Londres Muggle.

A sus 22 años se podría decir que era sencillamente hermosa: Un cuerpo perfecto, la piel y las facciones muy bien definidas, un gran intelecto y estudios tanto en su mundo como en el muggle; Lastima que en ese último mes su vida había cambiado drásticamente. Y eso era nada con lo que le esperaba a continuación.

Se sentía nerviosa e intrigada por una carta que había recibido la tarde anterior, en la que le solicitaban que llamara por teléfono para concertar una cita con el principal socio del despacho de abogados que representaba a sus padres, muertos recientemente, en un accidente de tránsito.

«Padrastros», se corrigió de inmediato, recordando con claridad, por primera vez en varios años, la sutil diferencia. Desde su muerte, los abogados y fiscales no hacían mas que repetirle su estado de hija adoptiva. Ella siempre supo que sus padres biológicos la habían dado en adopción a los pocos días de su nacimiento; aunque del mismo modo nunca sintió intriga por conocer más de ellos, para suerte de sus "verdaderos padres".

Se dio vuelta, encontrándose con la mirada del abogado.

— ¿Puede decirme por qué le pidieron a usted que me informara de la situación financiera de mis padres?

El abogado extendió las manos con un gesto expresivo.

—Tengo entendido que el señor M. prefirió que fuera un abogado quien le diera la noticia.

— Disculpe, ¿Quién? ¿Por qué? —preguntó, enfadada—. ¿Quién es el 'Señor M' y cuál es su relación con toda esta locura? Le aclaré que prefiero mantener todo esto en un entorno cerrado, espero que haya cumplido con su palabra.

— Por supuesto que sí, yo tengo entendido que su padrastro le debía una importante cantidad de dinero a este señor. Al menos, fueron ésas las noticias que me dieron y que comprobé de manera oficial.

Uno a uno, los hechos fueron desfilando por la mente de la castaña extraños y distantes: Josh Granger, quien había hecho con ella muy bien las funciones de padre, su comprensión con respecto a su condición de bruja, el haberla dejado cursar en Hogwarts; Sophie, la hermana de Josh, que se había ido a vivir con ellos a su casa en Londres Muggle para cuidarla, proclamándose su nana mas que su tía, hacía ya muchos años; la universidad donde estaba estudiando biología mientras al mismo tiempo estudiaba Leyes Mágicas; y ahora la muerte de sus dos llamados padres dándole un vuelco a su vida.

— ¿Tiene alguna otra pregunta, señorita Granger? - Era obvio que el abogado estaba impaciente por librarse de ella y Hermione se levantó adivinando su pensamiento, le dio las gracias cortésmente y se dirigió hacia la puerta.

Eran muchas las preguntas que bullían en su mente, exigiendo respuestas y siguieron resonando en su cabeza mientras bajaba en el ascensor a la planta baja.

Eran casi las cinco de la tarde y las calles de la ciudad estaban congestionadas de tráfico. Se dirigió a tomar un taxi y se montó en el primero que llegó; tardaría mucho en llegar a casa pero no podía pensar en nada mas. Levantando el cuello de su abrigo y metiendo sus manos en los bolsillos, debido al terrible frío invernal, le dio la dirección al chofer.

Al estacionarse el coche se sintió feliz al divisar su bonita casa de ladrillos con un hermoso jardín, rodeado todo por una cerca. Por un instante todo parecía ideal, normal, como lo era antes.

—Herms, por fin has llegado!

Miró el rostro bondadoso y preocupado de Sophie y no tuvo fuerzas para demostrar el enfado que sentía.

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⏰ Última actualización: Jun 01, 2012 ⏰

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