Eres increíble a las dos de la mañana, me gustas en ese horario. Siento que eres verdadera, tus palabras crudas me hacen poner los vellos de punta.
Tu voz suena muy ronca mientras me hablas, dices que han sido muchos cigarrillos, yo pienso que te hace más perfecta en todo tu esplendor.
Se han cristalizado tus ojos de un momento a otro, ahora pequeñas lágrimas mojan tus mejillas y no sé qué hacer o decir.
Tomo el cigarrillo que mantienes entre tus dedos, mirándolo pero sin tomar una calada y lo llevo a mis labios para aspirar la cosa tan tóxica que tanto te encanta.
Me ahogo y ríes arrebatándome el pitillo culpable de que no pueda respirar.
—Me dan curiosidad cómo miras tu cigarrillo... Como si fuera lo que más amas. Tus ojos brillantes me parecen hipnotizadores.
—Quizás sí sea lo que más amo... Aunque es bastante triste. Con cada cigarrillo que pongo entre mis labios es un día menos para mí, lo fumo, le quito la vida y acabo con él, rápidamente lo reemplazo con otro... Y así será hasta que no sea capaz de reemplazar uno más.
Todo es reemplazable; tan cruda me encantas.
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cigarettes after sex.
Nouvelles"¿Sufrirías por un corazón que nunca estuvo roto? ¿Te rendirías? Déjame decirte que no todo es lo que parece, por muy cliché que te parezca; y sé que te duele. Porque todo lo cliché siempre resulta ser cierto. Todo lo contrario a mi amor por ti." Si...
