Prologo

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Antes de poder actuar, se limita a observar entre las sombras de aquel callejón.  Esperaba de todo corazón no tener que volver a tener que hacer esto, pero por lo que veía, está obligado.

Al inicio del callejón esta una joven pareja. La chica esta de espaldas,  solamente se le puede ver la cabellera ondulada rojiza, mueve las manos de forma desesperada y deja escapar unos cuantos suspiros de dolor.  Le estaban rompiendo el corazón, y esto abriría el paso al resentimiento y odio, sentimientos que no deberías tener hacia la persona que amar, o eso es lo que piensa Cupido Negro.

Por otra parte, el chico esta de frente, su expresión es seria, tiene la mirada baja y las manos están guardadas en sus bolsillos. Pareciera que no siente remordimiento alguno, ni que tenga interés de saber cómo se está sintiendo ella, o qué tuviera sentimientos.

¿Cómo era posible que aquellos seres estuvieran con alguien que si los ama, cuando ellos no sienten eso? ¿Cómo es posible sentir amor por alguien que no te lo da? Los humanos pueden a ser muy complicados, y lo seguirán siendo con el pasar de los años.

Su atención es devuelta a la pareja, la chica de la cabellera rojiza se ha soltado en su llanto, ahora llora de rodillas, se ha tapado la cara con ambas manos, una forma muy ingenua de poner un escudo y esconder su debilidad en estos momentos. El chico, la había dejado.

No podía esperar más, así que preparo su arco y apunto en dirección a ella. Sí no actuaba ahora, ella podría morir de un corazón roto, eso le podría traer problemas a Cupido Negro. Cambiaría un sentimiento por otro, evitando así una tragedia, y eso sería con la ayuda de una de sus flechas.

La flecha había dado en el blanco, Cupido baja su arco, no muy satisfecho con lo que acaba de hacer, pero esperaba que con el paso del tiempo, la herida sanara, su hechizo se rompiera y la chica de la cabellera rojiza pudiera volver amar, y ser amada con la misma intensidad, o por lo menos, con sinceridad.

Antes de poder partir, vio como una chica de cabellera castaña se acercaba a la otra, su rostro le era conocido, y cuando escucho su voz que hizo eco en el callejón, se quedó asombrado de lo mucho que había cambiado esa creatura.

Dejaste de ser una niña, Hope. Se dijo a sí mismo, no podía creer lo que estaba viendo. Hope se había convertido en la bella rosa del rosal que él en algún momento le dijo que sería cuando creciera, su promesa se había cumplido. Después le agradecería a Belleza por dotarla de tal virtud.

Hope, ayuda a la chica de la cabellera rojiza a levantarse, y la acerca a ella para darle consuelo a través de un abrazo, y con una mano acaricia la cabellera de la chica de cabellera rojiza, ella al igual que él, lamentaban en dolor que estaba sintiendo aquella muchacha.

Tienes belleza, y un buen corazón.

Hope mira hacia el callejón, sentía la mirada de alguien, su curiosidad llamaba a  averiguar de quién o qué se trataba, ya que la presencia se le hacía conocida.  Pero antes de poder apartarse de su amiga, Cupido Negro supo su intención, y con un chasquido de dedos pudo desaparecer del lugar.

Si el destino lo vuelve a querer, nos volveremos a encontrar.





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Hola!!,

Soy Pilar, o Pily, y claramente no soy buena con las notas de autor.

Cupido Negro es una de mis principales obras, y es un tesoro muy preciado para mí. Me da mucho saber que te hayas animado a darle una oportunidad, yo decidí dársela nuevamente, deje de lado mi depresión y por fortuna, esta historia volvió a resurgir como el ave fénix que es.

Lector, espero me acompañes en este viaje, y me ayudes a emprender vuelo con tus alas negras, al igual que me bello ángel que también debe ser amado.

Nos vemos en el próximo capitulo, y disculpa por la pésima nota de autor. (Juro mejor)

P.D. No olviden votar, o comentar, eso me ayudaría muchísimo.

Besos. <3

Cupido NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora