|Parte única|

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Ahí estaba el, tocando con sus blancas manos aquel viejo piano, de vez en cuando delicadamente pasaba las hojas de su cuaderno, donde se encontraban sus melodías escritas, algunas veces miraba en donde yo me encontraba y me regalaba una pequeña sonrisa para seguir con lo suyo, yo le intentaba hablar pero simplemente las palabras no salían, cada vez que intentaba articular una oración nada se escuchaba, podía gritarle pero nada sucedía.

Hasta que me rendí, deje de intentar comunicarme con él. El no se veía con intenciones de hablarme, cada vez que lo veía me dejaba caer en el suelo y cerraba los ojos, me concentraba en la hermosa melodía que el tocaba, lastimosamente cuando los volvía a abrir el ya no estaba, ni el piano y tampoco la habitación que tantos recuerdos me traía. Solamente veía el techo marrón de mi casa, me había despertado, y como siempre él había sido el protagonista en mis sueños.

Estos sueños comenzaron un día después de mi graduación del colegio, la primera vez que lo vi me asuste por completo, el estaba vestido por completo de negro, simplemente tenebroso, la habitación estaba iluminada solamente por la luz de la luna hasta que el comenzó a tocar, al tocar la primera nota mi cuerpo se relajo completamente y el miedo fue cambiado por paz, esa paz interior que había perdido desde que me di cuenta que tenía que escoger que hacer con mi vida, me sentí relajada, tanto que cerré mis ojos para disfrutar de la linda canción que en ese momento escuchaba y cuando los volví a abrir estaba el techo.

Pensé que ese chico era la paz que me faltaba, esa cual desde hace tanto había estado buscando y nunca había encontrado. Ahora cada vez que mi trabajo como bibliotecario me estresa por los constantes pedidos de los clientes y errores que cometo solo imagino escuchar las canciones que el chico creaba y me relajo. Claro que esa paz no dura por mucho, tengo tantas cosas en las cuales pensar, no puedo seguir como bibliotecario por siempre, debo elegir qué hacer con mi vida, ¿Debo escuchar a mis padres y estudiar ingeniería? ¿Arquitectura quizá? No lo sé, y eso es lo que me estresa, no saber qué hacer con mi vida.

No hay muchas cosas en las que sea buena, me cuestan tantos los números y no es como si me apasione mucho las letras, ¿Qué voy a hacer con mi vida? Esperar, esperare a ver qué es lo que la vida me regala, ella poco a poco decidirá que hacer conmigo, que mal que yo sea una impaciente. De un momento a otro decidí en irme lo más lejos que pude de donde yo había hecho mi vida, deje a mis padres, a mis amigos y compañeros. No me sentía triste, eso era lo que quería y era la primera vez que hacia algo que deseaba por lo que tenía que aprovecharlo.

Rápidamente conseguí trabajo en una biblioteca, eso no se me haría para nada difícil ya me había acostumbrado a trabajar en ello y no me desagradaba más bien me gustaba ver que aun no se había perdido por completo la costumbre de leer. También conseguí un apartamento, es pequeño pero lo suficiente cómodo como para una persona.

Todos los días al llegar a mi casa, lo primero que hago es dormir, dormir se ha convertido en mi único hobby desde que me mude de país, no tengo amigos así que no salgo y hasta es mejor así, ahora tengo mucho más tiempo para pensar.

Cierro los ojos al ya estar en mi cama totalmente cómoda y al abrirlos está el de nuevo, suspiro, dejo caer mi cuerpo en una de las paredes de la habitación y me recuesto a ella, seguía sentado en ese piano, no estaba tocando nada, solo admiraba las partituras para luego dejarlas en un lugar visible para el poder verlas cuando las necesite, luego de unos segundos él se da cuenta de mi presencia entonces se acomoda en esa silla color madera y comienzo a tocar una dulce melodía, "me gustaría saber cómo se llama" eso es lo que siempre me pregunto porque es realmente hermosa te deja sin aliento al solo escuchar la primera nota.

Claro que es y será algo imposible, me frustra no poder hablar con él, tengo tantas cosas que preguntarles, su nombre por ejemplo, ya que es muy raro que siempre él sea el protagonista en mis sueños y yo tenga ni idea de quién es o como se llama, podría estar soñando con un delincuente y yo no sabría.

Tu melodía en mi pintura Y.JkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora