Ella no es una chica normal

Capitulo 2

Regina

Todos soñamos con encontrar a personas que nos complementen, que nos hagan correr riesgos, que cambien nuestros esquemas; y es que muchos dicen que es lo inesperado es lo que te cambia la vida, luego de ver a atrás y observar todo lo vivido es ahora que entiendo esa frase perfectamente. Después de la llegada de nuevas personas a mi vida todo dio un giro de 180° jamás creí como ni en donde encontraría lo que ahora tengo y es que fue Dios quien planeo todo de una manera a la cual yo no le hallaba sentido al principio, solo puedo decir que ahora comprendo el porqué de las cosas; Pero mejor empecemos desde el inicio.

− ¿lista para tu primer día en la prepa? Repuso mi hermano con una gran sonrisa

−creo que sí, dije incorporándome a su lado, después de un mes de vacaciones era momento de regresar a la escuela. Durante el camino iba completamente nerviosa, era mi primer año y aunque era seguro que me encontraría a antiguos compañeros, no dejaba de pensar que era un cambio completamente drástico, la mayoría de mis amigos se habían incorporado a otras preparatorias, estaba siendo absorbida por mis pensamientos negativos cuando mi hermano bajando el volumen del autoestéreo se giró a verme y con una pequeña risita pregunto:

− ¿es que Regina está nerviosa?

Lo observe por un instante para luego mostrarle una débil sonrisa –oye tranquila ya verás que hoy será un gran día

−tú lo dices con facilidad porque ya conoces a todos

Mi hermano rio con energía, él siempre tenía una gran seguridad, a diferencia mía siempre hallaba un buen tema de conversación, según recordaba cuando fue su primer año Mateo encajo perfectamente pero aunque lleváramos la misma sangre no significaba que correríamos el mismo destino de llevarnos bien con todos; durante el resto del camino permanecí en silencio y casi sin darme cuenta estábamos frente a la preparatoria "Vidal Castañeda" era una institución amplia, con áreas verdes al frente, las aulas eran espaciosas por lo que deduje contaban con un buen número de estudiantes. Al bajarme del auto acomode mi plegada falda di un pequeño suspiro mientras que esbozaba una pequeña sonrisa y trataba de convencerme que sería un grandioso día y aunque no estaba segura de que así seria fue más que nada una auto−ayuda para enfrentarme a esa nueva etapa; mis pensamientos fueron interrumpidos por Mario quien desde la secundaria era el gran amigo de Mateo, su tez morena clara, alto y con su rizado y voluminoso cabello negro:

−buen inicio de semana viejo, repuso Mario mientras le daba una palmada amistosa a Mateo

−creo que las vacaciones fueron cortas, contesto mi hermano en tono juguetón yo permanecía a su lado con una pequeña sonrisa en el rostro

−hey Regina ¿Qué tal todo?, pregunto Mario con una gran sonrisa

−todo bien− conteste tímidamente él era demasiado parlante y aunque me agradaba su manera de incluirme a la conversación lo único que deseaba en ese momento era estar en la secundaria, la preparatoria en efecto estaba llena de estudiantes con diferentes singularidades algunos llevaban cortes estrafalarios, otros posiblemente pertenecían la cultura hipster y unas cuantas mujeres teñían su cabello de colores poco comunes, el hecho de que todos perteneciéramos a un nivel medio superior ocasionaba un poco descontrol de identidades y es que ya contábamos con una independencia mayor a diferencia de la secundaria. Luego de echar un vistazo a lo que sería mi estancia en los próximos tres años nos dirigimos a control escolar.

Mario y yo nos quedamos en la puerta mientras que Mateo se dirigía a una señorita malhumorada que se encontraba en un deteriorado escritorio, estaba bebiendo café y al parecer no quería ser interrumpida por nadie ya que cuando mi hermano se acercó a ella puso los ojos en blanco, tal vez al igual que yo tampoco quería dejar atrás la temporada vacacional: −¿Qué se te ofrece?