Odio estar deprimida, es vació estarlo, es un hueco entero en mi pecho.
Y lo odio, enteramente lo odio, soy una chica que cualquier mínima cosa le causa ansiedad. Mis progresos en el día terminan en la basura junto a mi dignidad, mi alegría y mis lágrimas.
Y siempre termino sola, por elección o porque la gente no entiende que solo necesito diez minutos, no una semana o toda una vida.