El cumpleaños de Milo

1.- Organizando al personal.

Gustoso mordió la manzana que Afrodita le ofrecía, Death mask tenía una cesta repleta de manzanas las cuales consiguió en un puesto del mercado de Rodorio cuya propietaria una viejecita dulce les vendió a precio de risa.

-¿ cuanto tiempo lo distraeremos?-preguntó algo impaciente el cuarto guardián.

-lo suficiente para que el lento de Camus organice todo-respondió en tanto daba un vistazo a las casas de abajo en especial a la de leo cuyo guardián ofreció su casa para una cena con motivo del onomástico del escorpión dorado.

Tanto el festejado como Afrodita y Death mask se hallaban en la casa de escorpio, al ser ese día el cumpleaños de Milo, todo el mundo desde el patriarca hasta los de bronce ofrecieron su apoyo para agasajar al santo, que de santo no tiene nada que ahora le daba por olvidarse cuantos años cumplía.

Para que esto sea posible el cangrejo y el pez se ofrecieron muy amablemente ( nah, Camus los obligó) en distraer al escorpión con su fruta favorita, mientras él su amado esposo se encargaba de movilizar a todo su contingente.

-¡ dame otra!-pidió Milo.

-ya oíste Death-apremió Afrodita a su pareja que bufando le entregó otra manzanita roja y apetitosa.

-ojalá que la tracalada de mensos esté haciendo todo bien-comentó preocupado el cuarto guardián.

Más abajo en Leo.

Leo, sala principal, era un caos total, manteles, sillas forradas con telas finas para que se vean más bonitas, cajas con nuevas copas de vino que muy amablemente Saga adquirió por petición expresa de Camus. Radamanto la hermosa y traviesa mascota del tercer guardián merodeaba alrededor del alboroto buscando un hueco donde hacer su maravilloso mundo de hurón.

Ahora la pregunta del millón....¿ qué hacía Radamanto metido en ese barullo?

Respuesta..... Kanon lo trajo de Géminis porque el gato de Aioria según él necesitaba compañía.... por poco el pobre hurón se convierte en almuerzo del minino.

Pero lo importante es que estaba vivito y coleando.

-¡ bueno señores!-Aioria se paró en media sala -¡ cuidado Aldebarán!-gritó el león dorado pávido al ver que por poco su sofá favorito queda echo trizas-¡ Por Zeus qué desordenados que son!

Aldebarán apenado murmuró una disculpa mientras Aioros tan sincero como ninguno, comentó en voz baja a Shura su amada cabra.

-se levantó con los calzoncillos al revés....

-¡ Aioros!-codeó avergonzado el español-¡ qué es esa forma de hablar chaval!

Aioros sonrió malicioso mientras soplaba un beso que ruborizó hasta las orejas al ibérico quién era el encargado de cocinar o mejor dicho preparar la comida para la noche, el menú era la comida favorita de Milo, más el tremendo alboroto que se cargaban en la logística de tan magno evento ya lo tenían arrepentido. Shaka discutía con Camus acerca de las bebidas que debían servirse para una cena, el galo quería vino, pero el hindú le refutaba que mejor era champagne.

Kanon divertidísimo observaba con una sonrisa de medio lado.

-¿ quién va retirar las tartaletas?-preguntó como quién no quiere la cosa, Seiya quién en un rincón de la sala revisaba una funda con manteles de todos los colores.

-tú-dijeron la unísono los de oro.

-ay yo sólo preguntaba, no tenían que ser tan malos conmigo-dicho esto se retiró más allacito con una nubecita oscura sobre su cabeza, Shun tan dulce fue a consolarlo.

El organizador del evento tenía a cargo a su pupilo que no despegaba la mirada del caballero de andrómeda, Ikky cual hermano sobreprotector le advirtió horas atrás que si pasaba la línea que pintó afuera del templo de virgo, era cisne al carbón. Su hermanito era muy joven para andar de amoríos con el ruso y aquello tenía mal al joven que haría lo que fuera con tal de tener una cita aunque sea para comer helado con Shun.

-¿ me estás prestando atención Hyoga?-Camus paró de hablar al notar que su alumno estaba distraído-¡ Hyoga!

-si maestro ya terminé de pintar lo que me encargó-se cortó bruscamente al percibir el enojo en el cosmo de su maestro-¡ perdón pero es que me siento desganado!-admitió sincero.

-¿ que más podemos hacer?-Saga se acercó junto a Mu, Hyoga al verse libre corrió hasta donde estaba Shun obviando que Ikky lo tenía chequeado. El rostro del ruso se iluminó tanto que se semejaba a un foquito.

Camus miró a su alrededor buscando qué más encargar a sus compañeros, tenía la comida, bebida ítem que discutió acaloradamente con Shaka el cual ganó, ya se acordó que le faltaba.... la música.

Según las normas de etiqueta, en una cena debía colocarse música tenue, para que los comensales entablaran una charla amena, si fuera reventón tipo fin de año ahí si iba el dj con todos lo éxitos del año en un pendrive que los haría bailar hasta el amanecer.

Sonriente emitió su encargo.

-música, si es posible un par de músicos, si hay violín mejor.

-de acuerdo-dijeron los dos dándole la espalda al galo que inspeccionaba la decoración, sin inconvenientes y siguiendo el cronograma establecido, su esposo tendría el mejor cumpleaños de su vida.

-¡ hey Kanon, deja a Aioria en paz y ve a ver a la entrada del santuario si llegó el proveedor con el champagne!

El aludido que toqueteaba descaradamente a su pareja en un rincón donde se ubicaba un pedestal con un escorpión tallado en mármol que formaba parte de la sobria y elegante decoración de la sala, Aioria balbució apartando a su novio que se mordió el labio inferior.

-cuando regrese nos vamos de....

-no aquí no Kanon-inquirió sofocado-ahora vete a ver eso....

-claro mi gatito-cuando ya se iba, se regresó-¿ aún guardas mi botella de aguardiente que trajimos de cuando nos fuimos para tu cumple?

-no abriras ese puro Kanon-amenazó.

-como quieras....

A las cinco en punto todo estaba listo, Aioria cerró el acceso a su casa por lo que quien desearía pasar a las otras casas debía tomar el pasadizo secreto. Como Saori-Atena no estaba en el santuario Shion dio asueto hasta el 9 de noviembre a todos los habitantes del santuario.

Mientras eso Camus le comunicaba a Milo lo que pretendia hacer.