¿Comprometidos?

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  Hola preciosas, esta es mi nueva propuesta, espero les guste, la escribí con todo mi corazón  


CAPITULO UNO 


Karol Miraba su reflejo en el espejo mientras con las manos acariciaba sus caderas para eliminar las arrugas del vestido. Llevaba la mirada de sus manos a sus ojos buscando en ellos algo que la tranquilizase, su padre nunca había hecho algo sí, él era un importante hombre de negocios pero jamás vendería a su hija a cambio de un contrato.

Estaba con sus amigas cuando el teléfono empezó a sonar.

—¡Papá! —exclamó Karol feliz— ¡hace días que no hablamos!

Se puso en pie y salió al balcón desde el que podía verse el lago con el teléfono en la mano, no  esperaba la llamada de su padre pero siempre le alegraba mucho hablar con él.

—¿Estás con las chicas en el muelle? —preguntó su papa, a lo que ella respondió con un sonido mudo, algo que hacía desde pequeña —Necesito que te reúnas con nosotros esta tarde, a las 7 en el Restaurante que esta frente a la empresa.

—¿Ocurre algo? —preguntó ella un tanto asustada, su padre nunca le había citado en  ese restaurante, siempre solían ir a su Restaurante favorito cuando salían a comer.

—No, es solo que hay alguien que quiero que conozcas ... —dijo un tanto dubitativo, Rodrigo sabía que si le decía para lo que era formaría un escándalo o peor aún, le haría quedar mal delante de sus futuros socios— Ven elegante, ¿de acuerdo?

—Está bien ...

Karol entró, arrastrando la puerta corredera tras de sí, volvió a su asiento y dejó el teléfono sobre la mesa mirándolo con el ceño fruncido.

Valentina, Chiara y Katja la miraron fijamente, aquella expresión no era normal en ella, ella nunca parecía preocupada o inquieta por algo, llevaba una vida tranquila, lejos de preocupaciones, pero a pesar de parecerle una expresión extraña no le preguntaron qué le pasaba. Cuando eran pequeñas acordaron no meterse ninguna en los asuntos de las otras, si ocurría algo y ellas querían contarlo podrían hacerlo con total libertad pero las otras no indagarían en el asunto y así les iba genial, nunca pelearon, nunca se discutieron y nunca se enfadaron.

Karol miraba el reloj continuamente bajo la atenta mirada de sus amigas.

—Chicas tengo que irme, tengo una cita con mi padre ...

—Nos vemos mañana ... ¿en tu casa? —preguntó Valentina.

—¡Por supuesto! —exclamó con una muy bien fingida sonrisa— Ademas lleguen temprano, así les cuento como me va con mi padre.

—Me das envidia, mi padre nunca me lleva a sitios de lujo... siempre es algún amigo de mi  hermano quien lo hace.

—No te quejes Katja, los amigos de tu hermano están para comérselos ... —rieron las otras chicas.

Mientras ellas hablaban de los amigos del hermano de katja, Karol cogió su bolso y salió del muelle con dirección a su coche.

¿A quién querría su padre que conociera?

Karol odiaba esas reuniones aburridas en las que solo hablaban de negocios, que si la empresa va bien, que si el inversor, que si ... y bla bla bla, simplemente aburrido. Ella es mas alegre, divertida y espontanea, nada de eso era para ella.

Llegó a su pequeño apartamento y tras deshacerse de la ropa se metió en la ducha. Le quedaba una hora y si quería llegar a tiempo debía darse prisa. Envuelta en la toalla color melocotón sacó del armario un vestido corto negro de tela caída, la parte de la falda quedaba en dos niveles con un pequeño volante en el bajo, la apertura de la parte más larga le llegaba hasta medio muslo, algo que le daba un toque sexy además de serio, pretendía dejar su pelo suelto y mojado para que se secara mientras llegaba pero al mirarse en el espejo no terminó de convencerle, agarró las tenacillas y onduló ligeramente las puntas, algo que sin querer combinó a la perfección con su vestido, puso brillo en sus labios y un poco de rímel y corrió al coche para ir a su cita.

Matrimonio Arreglado #RuggarolWhere stories live. Discover now