심리학자

265 23 0
                                    

–¿Por qué estás aquí?–

–No lo sé.–

–¿Has pensado en la muerte desde que llegaste aquí?–

–No, jamás.– Claro que lo he hecho, muchas veces, cada segundo que pasa deseo morir y pienso en las miles de maneras que podría matarme estando encerrado en cuatro paredes. Tal vez asfixiándome, dando mi cabeza contra la pared repetidas veces, o simplemente cortandome el cuello con la navaja que tengo guardada en la funda de mi almohada.

–Bien... ¿Extrañas el exterior?–

–Un poco, me gustaría salir lo antes posible de aquí.– No, claro que no lo extraño, me irritaba el ruido de los autos pasar a toda velocidad por las calles, los niños gritando, campanas sonando, el solo recordar esos ruidos me dan ganas de golpear algo.

–¿Extrañas a tus padres o alguno de tus familiares?–

_Claro que sí, extraño escuchar a mi madre tararear alguna canción por las mañanas, ver a mi padre abrazándola y dándole un beso de buenos días, sentarnos todos juntos en la mesa a comer, extraño eso.– La verdad, no, no los extraño, y no quiero verles jamás la cara. Ha pasado mucho tiempo desde que no los veo y así estoy perfecto, los odio, odiaba escuchar las veces que discutían, las millones de veces que me habían gritado y golpeado, jamás me dejaban salir a ningún lugar, arruinaron toda mi vida. Desde pequeño me dejaban solo en la casa, tuve que ser independiente desde temprana edad, nunca recibí amor ni atención por parte de ninguno, ¿por qué cree que estoy aquí?

–¿Qué hacías en tu tiempo libre antes de entrar aquí?–

–Estaba con mis amigos, veía películas, salíamos a caminar a veces, me gustaba ir a fiestas, me divertía bastante, también recuerdo cuando fuimos a acampar, fue uno de los mejores dias.– ¿Quiere saber lo que de verdad hacía? Me quedaba en mi casa llorando al darme cuenta que estaba completamente solo, por no tener amigos, los pocos amigos que llegue a tener en mi vida me traicionaron todas las veces que los perdone, desde ahí nadie más llegó a mi vida y se quedó completamente, todos se alejaron, pero me acostumbre a estar solo a pesar de que me doliera, pude aceptar que jamás tendría amigos, que jamás tendría a alguien que me apoyara, que me abrazara cuando estuviera triste, que me escuchara cuando le contara mis problemas, todo es cuestión de costumbre.

–¿Te iba bien en el colegio?–

–Mh, sí, me llevaba bien con mis profesores y compañeros, sacaba buenas notas, mis padres nunca se quejaron por eso.– Me iba horrible, el colegio fue una de mis peores épocas, sufrí muchos abusos en aquel lugar, mis notas eran desastrosas, jamás podía concentrarme y me frustraba mucho al estar ahí, odiaría volver a repetir esa etapa.

–¿Tuviste muchos problemas a lo largo de tu vida?–

–Todos hemos tenido problemas, pero siempre fueron cosas tontas, nada que me haya afectado.– Demasiados, ¿por qué me pregunta cosas tan estúpidas? Estoy en un puto manicomio, es obvio que tuve problemas a lo largo de mi vida, y para nada tontos, cosas que me afectaron más de lo debido.

–¿Has tenido alguna relación?–

–Mh, no realmente, me gustaría haber tenido una.– Mis relaciones siempre fueron una mierda, todas las personas las cuales me gustaban jamás les importe, se burlaban de mí la mayoría de las veces, todo era una mierda en mi vida, tal vez en algún momento le quede claro.

–¿Te has enamorado?–

–No, no me he enamorado, solo sé lo que todos te dicen, que es como sentir mariposas en el estómago.– ¿Si me he enamorado? En este momento lo estoy, es una persona muy dulce, cariñosa, que se preocupa por mí, viene a verme todos los días, me pregunta por mi estado de animo, es un poco tonto a veces, pero aún así es encantador. Amo su sonrisa, sus labios son finos y bastantes delicados, tiene una sonrisa bastante peculiar, sus dientes son pequeños y su encía queda expuesta mayoría de las veces, sus ojos son pequeños también, a mi parecer, son como los de un gato, al igual que sus ojos, su nariz es pequeña, sus facciones son delicadas y hermosas, su piel es bastante pálida, y se ve tersa, me encantaría poder besarla y marcarla, se vería linda de ese modo, es delgado, bastante a decir verdad, pero me gusta que sea así, su cuerpo es bastante bonito, son muy pocas las veces que alcanzo a verlo bien, sus manos me gustan, sus dedos son bastante largos, está adornado con algunos anillos, su voz es gruesa y rasposa, algunas veces ronca, me distraigo escuchándola la mayoría de las veces, más de una vez me tiene que repetir las preguntas porque me pierdo en mis pensamientos. Ah, y es mucho más alto que yo, tal vez me lleva una o dos cabezas, no me he dado el tiempo de examinar eso. En fin, él jamás estará a mi alcance, por dos simples razones, es mi psicólogo en el manicomio y además, está casado, su anillo en el dedo anular lo indica perfectamente, también porque a pesar de que salga de aquí en algún momento, no se fijaría en un niño de diecisiete años, aunque tal vez cuando salga ya cumpla la mayoría de edad, pero de igual manera está casado, y tiene veintisiete. Pero no por eso dejaría de amarlo, amo a Min YoonGi como nunca ame a nadie.

–Bien, gracias por responder mis preguntas, JiMin, volveré mañana.–

Me sonrió y luego de eso lo vi desaparecer por la puerta, después de que se va mi día pierde el sentido, no tengo nada para hacer más que mirar el techo y sumergirme en mis pensamientos, pensar en como llegué a enamorarme de él.

First Love | One shoot | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora