AGORAFOBIA [NAMJIN] - #KpopAwardsWattpad

Capítulo 5

Jin se asomó a la ventana con las manos temblorosas, silencio, lo único que perturbaba la tranquilidad del bosque era el viento haciendo sonar las ramas, tan solo llevaba un par de días en esa casa y ya todo le resultaba completamente monótono, repetitivo. El rocío que la madrugada habia dejado perlaba todo lo verde de un blanco etéreo que comenzaba a derivar en miles de diminutas gotas de agua. No le gustaba esa calma, porque en su vida la quietud significaba problemas y por eso la ansiedad estaba comenzando a formar cobijo en su pecho.

La sensación de dolor que ahoga e impide el fluir de los pensamientos con normalidad, eso era lo que mejor conocía. Mente débil en cuerpo sano. Sabía que sólo duraría lo que tardaría en acostumbrarse a su nuevo entorno, sin embargo también sabia que faltaba mucho para que eso ocurriera pues nada de lo que lo rodeaba ahora le creaba felicidad, a su alrededor solo percibía elementos negativos.

-Mmm... - giró la cabeza y miró a Namjoon, el muchacho se encogia entre las mantas y gimoteaba por el frío. Estaba despierto pero no protestaba.

-¿Quieres que cierre la ventana? - dijo notando como el aire frío le congelaba la espalda.

Namjoon se limitó a asentir con los párpados entre abiertos, los efectos de sus medicinas nocturnas lo atontaban en cuanto abría los ojos. Hacia muchos años que sus despertares eran borrosos, acompañados de sombras difusas que al principio lo aterraban y ahora eran una parte más de su vida. Se estaba acostumbrando, a no ser nadie, a la incertidumbre, a no saber como su mente amenacería. Y lo cierto es que lo prefería de ese modo, no tener que pensar en nada era lo mejor de ser un loco. La medicación podía mantenerlo en paz mientras su mente gritaba clemencia.

-¿Te encuentras bien? - Jin era una figura difusa para Namjoon sin embargo no le costaba distinguir la voz de quien le hablaba. Algunos de sus sentidos todavía estaban sanos - Pareces.... ido.

Solo asintió, estaba cansado. Los somníferos hacían bien su trabajo y más cuando los tomaba a mitad de la noche. Esa madrugada había consumido varios, cuando las pesadillas eran más fuertes que el medicamento se limitaba a aumentar por cuenta propia las dosis. En el sanatorio podía llegar a ser complicado sin embargo en esa casa, sin la vigilancia constante de su psiquiatra podría tomar cuantos quisiera.

-Oye... - SeokJin estaba preocupado, no por el chico si no más bien por la reacción que su padre tendría al encontrarse a un paciente en tal estado de... ni siquiera sabía como definir lo que le ocurría a Namjoon - ¿Qué te sucede?

-Nada - la voz del pintor era ronca y casi violenta. Jin dio un paso hacia atrás - Solo... déjame dormir un poco más y estaré bien.

SeokJin asintió con el ceño fruncido y lo observó moverse con torpeza en la cama. Al final de cuentas no podía dejar así a alguien que claramente estaba sintiéndose mal, maldició en voz baja y se acercó a Namjoon nuevamente.

-Puedo traerte algo si lo necesitas - dijo finalmente.

-Zumo - contestó Namjoon tras varios segundos - el zumo de manzana me gusta pero en el sanatorio nunca lo había.

-Veré que puedo hacer - Jin usó un tono frío pero aún así logró que el pintor sonriera complacido. El zumo de manzana le recordaba a casa, a la comida de su madre, la que desde hace tanto tiempo no podía probar.

Jin por su parte parecía confuso acerca de la petición, se habría esperado cualquier otra cosa antes que el zumo de manzana, su favorito en las mañanas. Le encantaba ese sabor dulce mezclado con una casi diminuta pizca de regusto agrio. Al menos ahora sabía que tenía una cosa en común con el chico, una tan sencilla como absurda.

Bajó a la cocina y busco en las estanterías, todavía no controlaba bien el lugar en el que su padre guardaba las cosas. Con su propias manos pelo, trituro y endulzo con azúcar las manzanas para a continuación meterlas en la exprimidora eléctrica. Se sentía útil haciendo un mísero zumo para un muchacho que ni siquiera le caía del todo bien. Se sentía totalmente bien cocinando, lo que más apreciaba era ver las reacciones de la gente. Sus expresiones cuando la comida que preparaba era bien acogida. Lograba hacer sonreír a las personas con un simple plato de comida.