Capítulo 31

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El mar golpeaba con fuerza el muelle y los ojos de Namjoon no dejaban de seguir la espuma blanca que las olas formaban. Le recordaba a su vida, la manera en que el agua podía ser calmada o tremendamente suicida, rompiendo contra las rocas continuamente sin cambiar el rumbo. Tan obcecada en abrirse un camino imposible a través de los muros más altos.

Una sonrisa se dibujó en la boca mientras recorría con la mirada todo aquello que lo rodeaba. Caminar por las calles le resultaba totalmente diferente ahora que conocía la sensación de temerle al aire, en ocasiones los pensamientos acerca de que podría lastimar a las personas que lo rodeaban todavía atacaban su mente y las pastillas azules siempre convivían con su boca agria de tristeza. Namjoon no podría afirmar a ciencia cierta si la felicidad de sus días y noches se quedaría para siempre o volvería a irse una y otra vez al igual que la marea.

—Dicen que una vez que experimentas ansiedad esta nunca tendrá cura - la voz de la muchacha a su lado era dulce y el viento fresco le revolvía el largo cabello negro con rebeldía - Quizás porque tu cuerpo conoce la verdad. El mundo no es un sitio adecuado para los que buscamos consuelo o justicia.

El pintor no se giró hacia la muchacha, en lugar de mirarla a ella observó el cielo azul sobre sus ojos. Las aves volaban con dificultad debido a la brisa fría del invierno y algunas nubes oscuras comenzaban a acercarse al sol causando una falsa sensación de sombra repentina.

—¿Alguien ha demostrado que no tiene cura? Los medicamentos no acaban con ella pero hay muchos más factores que pueden ayudar Soojin.

La chica sonrió levemente y siguió al pintor cuando este comenzó a caminar por el muelle.

—¿Te refieres a las personas? - Namjoon se encogió de hombros ante la pregunta - En la gran mayoría de ocasiones son las personas quienes provocan ansiedad.

—Soojin, no quiero pensar en eso ahora - Namjoon tomó la mano de la muchacha y entrelazó sus dedos con los de esta. Estaba aprendiendo todavía a vivir y era muy pronto para confirmar que su dolor en el pecho jamás desaparecería - Vamos a la playa, quizás pueda obtener algunas ideas para tu retrato.

—¿Usarás colores? - la chica sonrió ampliamente colgandose del brazo de su novio. El segundo amor de Namjoon. El primero para la ingenua fanática del arte que Namjoon creaba. Se había enamorado de una idea y no de una persona, del chico que sonreía cada vez que lo fotografiaban, de aquel que mostraba perfectos hoyuelos ante el mundo exterior.

—Los colores no me definen - Namjoon se revolvió el cabello y dejó escapar de su boca una risa nerviosa. Soojin le gustaba, los días a su lado eran mucho más sencillos, no había lugar alguno para el aburrimiento entre las ideas revolucionarias de su pareja y el trabajo - Deja que te pinte a mi forma preciosa.

La chica asintió y con la mano envolviendo los dedos del pintor caminó por el muelle.

Los sonidos del mar formaban parte de la vida de Namjoon ahora, su galería de arte estaba situada en el muelle, donde todos los turistas se paraban a curiosear con miradas inexpertas y la brisa marina decoraba cada cuadro. Reservaba las obras más exclusivas para las ocasiones especiales, sin embargo en su hogar disfrutaba exponiendo pinturas sencillas que nada se parecían a las tan aclamadas en exposiciones. Esas que cualquiera podría comprar, sabía lo que era tener que observar de lejos lo más ansiado. Su arte era para todos aquellos que deseaban perderse durante unos instantes en los sentimientos que captaban los trazos de sus pinceles.

La exposición de esa tarde no sería tan elaborada como otras pues en esta mostraría bocetos descoloridos, garabatos de sus paisajes y cosas favoritas. Desnudos de aquellos que habían pasado por su cama, retocados con cuidado.

AGORAFOBIA [NAMJIN] - #KpopAwardsWattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora