¿Cuándo me di cuenta de que me gustaba Cassandra? Oh, fue en una fiesta que hizo uno de nuestros compañeros, Daniel, por su cumpleaños. Yo no estaba tan segura si quería ir porque casi ni hablaba con el muchacho y me pareció muy patuo de mi parte estar ahí. Pero fui igual porque sabia que iba a ir Cassie.
Llegue un tanto temprano al lugar, quizás un tanto muy temprano, así que tuve que ayudar a adornar al cumpleañero que estaba con algunos de sus amigos cercanos. No tenían nada listo aun.
Más o menos a las diez de la noche empezó a llegar la gente en general. A muchos de los que entraban en la casa, los conocía del colegio y a unos pocos que no había visto en mi vida. Pero no llegaba la persona que yo quería ver. Y aunque sabia que a pasar de que viniese ella, no le iba a hablar de todos modos. Quería verla.
Ya eran las doce y media y Cassandra no aparecía todavía. Muy desanimada decidí irme a mi hogar ya que la razón por la que había aceptado ir a esa estúpida celebración ya no había llegado.
Me pare del sillón en el que estaba sentada desde que terminé de ayudar a los chicos, caminé hacia la puerta y con la vista gacha para evitar hacer contacto visual con cualquiera pero cuando estaba saliendo choqué mi hombro con alguien. No quise mirar con quien porque seguramente había sido algún borracho o borracha de la fiesta, a esta hora hasta el que cumplía años estaba demasiado ebrio, así que seguí mi camino.
Pero escuché que una chica que me decía a mi espalda:
—Podrías ver por donde caminas, freak—una voz hostil.
Su voz hostil...
Me giré de inmediato pero Cassandra ya había entrado a la casa.
Me apresuré para volver a entrar en la casa pero ya cuando estaba adentro, no la logré encontrar en ninguna parte. Me volví a sentar en el sillón que a estas alturas ya parecía de mi propiedad. A mi lado estaba sentado un chico con un vaso en una mano y en la otra, un celular. No le presté demasiada atención y me sumergí en mis pensamientos; La verdad es que no sabía cuando empezó esta extraña fijación que sentía por esta chica que hace cinco minutos me llamó Freak. Era muy raro que de la noche a la mañana necesitara observarla y saber todo lo que hacía. Era una especie de obsesión. ¿Será que me gusta? no, no creo. O quizás si...
—Disculpa, te llamas Daisy ¿verdad?—dijo el chico a mi lado.
Pensé que le hablaba a alguien más o que hablaba por teléfono pero cuando murmuró "Supongo que no" me dí cuenta de que me hablaba a mí y me volví a responderle:
—No no, me llamo Olivia—.
—Ah—sonaba decepcionado—. Te confundí con alguien más seguramente.
Quise decirle algo más en ese momento pero apareció Cassie y no estaba sola. Esteban, un tipo "rudo" que era mi vecino aparte de ser mi compañero de curso, iba con ella. Tenían las manos tomadas y por las manchas de labial que el chico tenia en los labios pude deducir que antes de aparecer, se estaban besando muy intensamente.
Cassie no me miró. Pasó al frente mio como si yo no existiera. Y sentí como dentro mio, justo a la altura de mi pecho, algo se rompía.
Si, justo en ese momento, con el corazón roto y el chico sentado a mi lado lado preguntándome si estaba bien, caí en la cuenta de que quizás si me gustaba Cassandra. Y no un poquito.
YOU ARE READING
Te quiero hasta la locura
Teen FictionCassie es una perra en todo el sentido de la palabra. Se ha acostado con casi toda la escuela y no le importa ser mala con la gente, tampoco esto es una sorpresa ya que todos son malos con ella. Olivia, nuestra protagonista, está obsesionada con Cas...