El mejor amigo que se va de la ciudad

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Ya han pasado un poco menos de dos meses desde aquella fiesta y los sentimientos que tengo hacia Cassie lo único que han hecho es crecer cada vez más, hasta casi volverse insoportables. 

Salgo de mi sala durante los recreos, cosa que antes no hacía, sólo para poder mirarla. A ella. La chica que se mete en mi cabeza durante las noches porque, sí, he empezado a soñar casi a diario con ella. Ayer por ejemplo el sueño transcurría en un parque bien bonito, yo estaba sentada en una banca y la veía acercarse hasta donde estaba yo. Venía con su largo cabello castaño agitándose a causa del viento y con esa tan peculiar manera de caminar que claramente le gritaba al mundo: "Soy la dueña de este lugar". Justo cuando llegaba al fin y estaba a punto de decir algo con esa sexy boca que tiene, desperté. Maldita sea. Odio esos sueños, justo va a pasar algo muy importante y se acaban. Me estresan enormemente. 

Debo decir que lo que me pasa ahora con Cassandra ya me ha pasado antes, así que tampoco entiendo mucho esta sorpresa que siento. Me pasó dos veces en el pasado; mi primera obsesión se llamaba Miguel y era un chico al que a nadie le caía bien porque era demasiado inmaduro pero a un nivel extremadamente exagerado. Yo lo amaba hasta que un día logré por fin hablar con él y me soltó la siguiente frase: "¿siempre eres así?", y yo sin saber muy bien a lo que se refería me ofendí demasiado y el amor se fue. Esto habrá pasado hace como cinco años quizás. El segundo, Michael fue un año después de Migue y nunca hablé con él. La obsesión se fue casi tan rápido con llegó. Ahora nos seguimos en Instagram y me he dado cuenta de que no es tan cool como en su tiempo pensé. La idealización en todo su resplendor.

Cassie ha sido, hasta el momento, mi única obsesión mujer. Va en cuarto medio y yo en tercero, lo que hace un poco más escasa la posibilidad de que podamos hablar. Miguel era mi compañero cuando hablamos y Mich, estaba dos cursos arriba de mi, tal vez por eso nunca entablamos una conversación. Espero lograrlo con ella, aunque no sé cómo. 

Y recordarán que en la fiesta de Daniel me llamó Freak, pero en su defensa debo decir que no era un insulto exclusivamente guardado para mi por que se lo hubiera dicho a cualquiera que hubiera chocado con ella. Y tampoco considero que eso haya sido una conversación. 

Y bueno, estoy pensando todo esto porque hoy no vino mi mejor amigo, no tengo con quien hablar y ya terminé de hacer la tarea que la profesora de biología de dejó en la pizarra. Aún falta media hora para salir al segundo recreo del día. Que fastidio es ser tan asocial y no tener más amigos. 

De pronto alguien golpea algo bruscamente la puerta de mi sala y la profe, que estaba inspirada escribiendo algo en el libro de clase, levanta la cabeza y grita un "pase" algo irritada por la interrupción.

Lapuerta se abre y Luis entra a la sala con su usual pose triunfadora. Él es mimejor amigo desde hace dos años. Somos como polos opuestos y por eso nos caemostan bien. Encontramos lo que nos falta en el otro. Él es muy extrovertido y nole importa decir lo que piensa cuando lo piensa, lo que lo hace algo impulsivoe irritante a momentos. Yo, en cambio, soy más introvertida y un poco analítica,lo que me hace pensar muy bien las cosas antes de hacerlas o decirlas, o por lomenos la mayor parte del tiempo.     

—Buena tardes, Ramírez —le dice irónicamente la profesora.

—Buenas tardes, señorita —le responde mi amigo casi con la misma ironía.

Se sienta a mi lado y me saluda con un beso en mejilla.

—¿Cómo estás, guapa?

Sus palabras suenan un tanto fuerte en el silencio que siempre reina durante las clases de Biología.

—Luis, recién viene llegando y ya está metiendo ruido. Le pido que se controle.

—¿Cómo estás, guapa? —me dice ahora susurrando muy cerca de mi oído.

—Bien ¿Y tú? ¿Por qué llegaste tan tarde? No pensé que fueras a venir ya.

—Necesitaba hablar contigo sobre algo. Es muy urgente y no puede esperar. 

—¿Urgente? ¿De qué se trata? —le pregunto bastante intrigada.

—No ahora, en el recreo —me responde apartando su mirada de la mía.

Era algo grave.

Todos los minutos que faltaban para que la clase terminara al fin se hicieron eternos luego de la llegada de mi amigo. Hasta que, gracias a Dios, escuchamos como sonaba el timbre que indicaba el comienzo del recreo.

—Hasta la próxima semana, cuídense —dijo la profesora tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta.

Nadie le respondió.

Miré a Luis y le dije:

—Ya, ahora cuéntame ¿Qué pasó?

Silencio de parte de mi amigo.

  —Luis, me estás asustando ¿Qué pasa?

Más silencio. No me miraba.

Probé con pellizcarle el hombro.

—¡Ouch! —exclama unos segundos antes de soltar la bomba que me dejó perpleja—. Me voy al campo con mi familia. Me voy, Olivia.

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NOTA DE AUTOR: Hello, hello ¿Cómo están?

Este es el segundo capítulo de esta historia y espero de verdad que les guste. Me harían muy feliz si le dan estrellita :) y comenten que les parece hasta el momento, acepto critica de todo tipo porque sé que no escribo tan bien pero en serio me gusta hacerlo y quiero ir mejorando.

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⏰ Last updated: Nov 27, 2017 ⏰

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Te quiero hasta la locuraWhere stories live. Discover now