Un mundo de grises.

Destrozas noticias.

Amor.

Suena lindo, ¿Verdad?

Las promesas de un sentimiento tan puro y sincero entre dos personas debe ser algo totalmente precioso, ¿Cierto?

Es todo mierda, una absoluta y pura bola de excremento envuelta en papel de regalo y con dedicatoria.

No es de amargada, sólo es sinceridad.

Veo a las parejas en este colegio, yendo de un lado para otro de la mano, jurandose amor eterno, "Duraremos toda la vida"
"Eres lo mejor que me ha pasado"

Luego viven quejandose de sus ex en estados de Facebook, en donde las únicas personas que las toman en cuenta, son sus amigas igual de despechadas y hombres que las rondan para llegar al momento preciso para agarrarselas.

Por suerte nací muy fea para ser perseguidas por chicos.
Y muy poco femenina para gustarle a las chicas.

¿Para qué esforzarse en tener algo, si tarde o temprano todo termina?
NADA DURA POR SIEMPRE.
Es mejor ahorrarse el dolor de la separación de una tonta relación juvenil.

Me veo demasiado pesimista y amargada al hablar con la gente, y es porque simplemente no quiero finjir sonrisas, saludar a personas que no me importan y principalmente no pasar por situaciones innecesarias.

Estaba sentada en la escalera del colegio, ya habían terminado las clases, cómo debía esperar a mi hermana menor a que saliera siempre me quedaba unas dos horas en modo autista en los pasillos o asientos.

De paso también terminaba mis tareas de matemáticas para que la profe no venga a joder una y otra vez.

En ese momento pasó Oscar caminando, era un chico nuevo, creo haber hablado unas dos veces en mi vida con él, paró en seco al verme y comenzó a hablar:

-Carmona, Constanza Carmona. La amargada y resentida social del curso, ¿No?- Dijó sentandose descaradamente a mi costado.

-El putito, Oscar el putito.
El chico nuevo que da su opinión a personas que no se lo piden, ¿No?- Respondí fijando mi vista en mis tareas.

-Vaya, había escuchado sobre tus insultos, pero jamás pensé que los hicieras tan rápido.- Dicho esto sacó una manzana y comenzó a comerla. -¿Quieres un poco? Las saqué del manzano de mi patio- Me ofreció la manzana en seguida.

-Así que además de hablar con la amargada del curso, vas y le ofreces comida. ¿Qué tratas de conseguir? Soy una mujer comprometida-

-¿Comprometida? Pensé que eras mormona en castidad o una monja enojada con el mundo.-

-Eres jodidamente estresante- Le dije, cerrando mis cuadernos para guardarlos.

-JAJAJA, ¿Verdad?, mis padres me lo dicen también, creo que hablo demasiado. Una vez...-

Lo interrumpí.

-CALLÁTE, NO ME INTERESA- Le grité en su cara, el no movió ni siquiera una pestaña.

-Esta bien, igual mis historias son aburridas.- Respondió -¿Así que comprometida? ¿Con quién? ¿Con Dios?-

-Te mentí weon, si estuviera comprometida no estaría sóla en una escalera como si tuviera sindrome de Down-

-Te faltó ser amargada y hacer guías de matemáticas en su tiempo libre- Dijo Oscar acercandose al basurero de la pared.

-Ajá, amargada y haciendo tareas para que la profe no me grité en el oido, y me lanzé 20 litros de saliva por palabra.-