CAPITULO 5

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Ya era se estaba oscureciendo en las calles de Alemania, aún así, las calles estaban bastante transitadas, ya que era sábado.

Las personas caminaban tranquilamente, los niños jugaban con los juegos inflables, restaurantes abiertos, cenas familiares, parejas tomadas de la mano, música callejera, vendedores ambulantes. Las pantallas que mostraban videos musicales para un agradable ambiente, las luces de la ciudad iluminando el camino de las personas, una bella vista.

Todo eso lo estaban contemplando, unos jóvenes con máscaras de animales. El de máscara de gato siamés, se le iluminaban los ojos con tan preciosa vista, de la tranquilidad de la ciudad en donde vive. Pero él sabía que no todo era así de hermoso.

Siempre existían las personas malvadas de este mundo, que vienen a destruir el placer de disfrutar la vida en su totalidad.

La alegría de vivir en familia, la alegría de conservar recuerdos alegres. El sabe que aunque la vida sea dura para todos. Eso les sirve para dar a conocer su identidad, su misión en esta vida. El y sus “hermanos” ya encontraron el suyo. Hacer pagar a los culpables de destruir la tranquilidad de las personas, de que las personas vivan con miedo.

Que no quieran salir de sus hogares, que sus hijos no puedan disfrutar su infancia, por que hay depredadores, que acechan. Pero lo que ellos no sabían, es que ya existen los cazadores que los harán pagar cada uno de las horribles cosas que han hecho.

De la nada, se encienden unos focos, que iluminan directamente a la azotea, la gente se sorprende y no comprende lo que sucede. La pantalla gigante, que estaba transmitiendo videos musicales, comenzó a producir estática.

El de máscara de gato siamés, comenzó a respirar profundamente, miró a sus compañeros, todos estaban preparados para un “show en vivo del escuadrón 104”. Sonrió y comenzó a caminar hacia la parte iluminada por los focos y se dejó ver por las personas.

La gente lo reconoció Inmediatamente y la gente comenzó a aplaudir, estaban dichosos de que ellos estuvieran ahí. Eran como una especia de héroes, ya que, muchos casos de corrupción y asesinatos fueron pasados en alto por la policía, pero no para ellos.

La pantalla gigante comenzó a salir de estática mostrando a los jóvenes. La gente los apoyaba.

-Buenas noches, queridos ciudadanos- hablo el gato con la voz modificada y una especie de micrófono que se encontraba dentro de la boca de la máscara.- hoy, les vamos a dar a conocer el gran show del “Escuadrón 104” –

De repente aparecieron los demás compañeros, ahora eran más, cinco para ser concretos. El gato siamés, el rinoceronte, el caballo, el lobo negro y un adorable conejito. Todos estaban vestidos con ropa suelta, cómoda y negra y cubriendo su cabello con los gorros de las sudaderas. El gato, como siempre, con la sudadera de dos o tres tallas más grandes.

-Hoy les vamos a dar a conocer el caso de Renzo Lizama-hizo señas, el caballo y el rinoceronte llevaron una especie de camilla.-Renzo es una muy mala persona, que solo se preocupa por el mismo. El tenía cargos de haber atacado a su esposa y a sus hijos en varias ocasiones. En estos momentos, se encuentra su hijo mayor, de dieciséis años. Quien quedó herido, luego de defender a su madre de este maldito cerdo.- el rinoceronte saco la tela que cubría el cuerpo y se veía a el sujeto, un hombre de más o menos un metro setenta y cinco, cabello café oscuro, ojos marrones, casi rojos, piel blanca. Se encontraba solo con pantalones.

-Como les decíamos, el tenía bastantes cargos, pero aún así, no fue procesado. A la familia los dejaron desamparados. Hasta que un día, el irrumpió en la casa. Quería matar a su mujer, pero su valiente hijo, se interpuso y el ahora, se encuentra luchando por su vida. Gracias a su gran padre-

-Mátenlo…-grito una persona del público.

-Tortúrenlo….-seguían los gritos.

-Si… nosotros lo haremos pagar. No lo matáremos... por ahora. Ya que se encuentran niños aquí.-dijo mirando al público.

El gato comenzó a caminar hacia el Renzo. Lo miraba con un odio profundo, el tiene una hermosa familia y lo arruinó todo. Su hijo está grave y su esposa cuidando a los niños. Este bastardo no merece ser feliz, pensó el gato.

-conejin, por favor, pone música de ambiente-dijo el gato, sin dejar de mirar a Renzo.

-Como digas.- el conejo puso Bodies de drowning pool. Y miró a el gato.

-tres, dos, uno ¡acción!-

Comenzó a sonar la música, los golpes y los gritos de Renzo. La gente los ovacionaba.

-Por cierto, esto es R18-dijo el rinoceronte.
El gato se alejó y se fue a la oscuridad, saco un celular y de memoria escribió un número. Miro hacia la luna y espero a que contestarán.

EL ESCUADRÓN 104 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora