Primera Parte - Ella

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Ella estaba mirandose en el espejo con ojos cristalinos, las lagrimas caían por sus palidas mejillas que le recordaban a cuando era pequeña, bajo su cama en aquellas oscuras noches de gritos constantes en su triste casa, causandole daño psicológico y físico la vez. Veía su rostro cansado y dilatado, con bolsas negras que llegaban hasta sus pomulos, revelando su insomnio en los últimos días, siendo sus pesadillas las que estaban atormentandola.

Ella se acostaba en su fría, dura y sucia cama sintiéndose tan sola, tan perdida...nada tenía sentido ahora. No había ninguna cosa que la distrajera de su desgarrado corazón, todo era rutinario y eso la estaba llevando a la locura.

Estaba más que decidida, no quería estar en ese lugar jamás, el ambiente se volvía en su contra y la hacian caer en depresión, sus ataques de pánico aparecían cada noche cuando sus pestañas ya no aguantaban más y necesitaban el contacto de su mejilla para sentirse a salvo, cuando intentaba dormir y tener un minuto de paz, sus miedos llegaban a atacarla como malditos martillos golpeando en su cabeza con la intención de hacerla llorar hasta que el aire le faltara.

Parecía que sus víctimas estaban cobrando su venganza tratando de asfixiarla hasta el punto de querer arrepentirse y pedir piedad de rodillas por todas las cosas que hizo, sus demonios entraban en su espacio y quemaban todo de ella.

Se sentía en un laberinto, no encontraba el camino a su hogar otra vez y la desesperación la estaba consumiendo, necesitaba su soporte, necesitaba los brazos cálidos que la cuidaban todas las mañanas al despertar, ella necesitaba a su luna, quien le hacía ver colores entre lo negro.

Ella le pedía perdón a Dios, y junto a ello le rogaba que todo lo que había pasado solo fuese parte de su imaginación y que se encontraba en un sueño, que al abrir los ojos estaría bajo el cuerpo de su amada, que podría besarle los labios una vez más y así nunca dejarla.

Soltó un sollozo, lleno de dolor, sus pensamientos vagaban entre sus recuerdos, escabando para encontrar algo en que aferrarse, las manos le temblaban, su respiración era acelerada y el tiempo se le acababa. La puerta estaba avisando que se rompería. Secó el sudor de su mano vacía con el uniforme y la mano derecha, que sostenía el arma, la puso en posición.

- ¡Abre la puerta, maldita perra! - Se escuchó en el fondo mientrá la chica en el baño seguía ajena a lo que estaba pasando, ignorando el escandalo de afuera.

Ella desde niña aprendió a ser fuerte y valiente; teniendo un padre violento y una madre alcohólica no le quedaba de otra, más que depender de si misma. En sus oídos aún se podía escuchar el sonido de la pesada mano de su padre contra la piel de su madre, dejándole moretones que después ella debía curar, mientras abrazaba a su hermanita pequeña que dormía placidamente, sin una pizca de miedo. Sin embargo, cuando escapó de su casa a los 16 años no tenía idea de que su acompañante de travesuras estaría enamorada de ella, todo era de otro color, siendo su chica la que la protegía con tanto amor y tanta delicadeza, la idea de que la dejara y volviera a depender de solo ella le daban ganas de vomitar. Pero solo miremos ahora, su más grande miedo se había cumplido y era muy amargo.

Ella pensaba que su último día en la tierra de los vivos estaría en su casa con el amor de su vida esperando el amanecer, descansando en su pecho, tocando su arrugada piel...y así cerrar los ojos sabiendo que su fiel amante estaría con ella hasta la eternidad.

Oh cielos! Como la extrañaba, la amó como a nadie, fue quien le hizo disfrutar de un beso como en los libros que juntas leían en las escaleras de su antigua casa, recordó las noches de lluvía cuando la abrazaba y ella se escondía en sus ojos delirantes tan hermosos como un atardecer, siendo su risa el eco que tapaba todo lo malo de su alrededor y hacía que en el estomago de ella se sintieran las mariposas volando. Su nombre dicho en gemidos le devolvía el aliento entre suspiros sintiendo extremadamente frescas las caricias puras que sus manos hacían mientras recorrían su cuerpo, manteniendola hermosa y felíz como a ella le gustaba. Quería correr a su departamento y cubrirse con las sábanas que mantenían su aroma...solo quería escuchar su voz por última vez diciendo cuanto la quería.

A todo esto, la esperanza de poder ver de nuevo el rostro que mantenía a su cuerpo vivo hacía que sus ojos brillarán y la idea alocada de jalar el gatillo era hasta emocionante. No le importaba si la creencia de poder encontrarte con las personas que te dejaron en otro mundo fuese real. No tenia nada más en la vida, lo que creía todo para ella se había marchado.

- Mi amor, te necesito...ya no puedo más - Se lamentaba la joven frente al espejo, imaginando que estaba hablándole y a la vez dando explicaciones del porqué quería irse de esa manera. Rompió en llanto al recordar el momento en que abrió la puerta de su habitación, fue cuando el sentimiento de felicidad se había esfumado de su vida al verla...todas sus emociones juntas le habían hecho querer desmayarse, se reprochaba a sí misma por no hacer algo antes, por no cuidarla como ella lo hacía cada día, se había equivocado, pensaba que en parte se merecía lo que estaba sucendiendole, habían causado mucho daño, ahora solo quería escapar, ya no soportaba la sensación de tener sangre ajena escurriendo por sus brazo.

Ellas habian jugado su propio juego, lo admitía, nunca creyó en el karma, jamás imagino que podría haber consecuencias de sus acciones. A decir verdad su vida nunca había sido fácil, ella creía tener una maldición ¿Por qué no la dejaban ya? estaba harta del mundo.

Agradecía a todas las personas que le habian ayudado y maldecía aquellos que la abandonaron, soltó el aire que había inhalado, su estomago se retorcía reaccionando a última hora, no había comido nada en los pasados días, su delgado y frío cuerpo parecía ya muerto. Sus fuerzas se esfumaron junto con su miedo, sostuvo el arma pegada a su cabeza sintiendo tan familiar sus partes en su mano, sabiendo que no habría vuelta atrás, así que cuando escuchó la cerradura de la puerta romperse contuvo su respiración, cerró los ojos y...

Dicen que las cosas pasan por un motivo, que el destino tiene una historia hecha para ti en la cual viajarás siguiendo tu camino, pero...otros dicen que eres quien controla al destino, que tú escribes tu historia y debes seguir el camino que construyes, las mentes se contradicen, las personas creen lo que quieren creer, es así, se puede cambiar el rumbo del futuro pero din duda habrá un final conectado a este. Ella deseaba algo diferente, el miedo jamás la había abandonado y se dedico a llenarla de estrés hasta la muerte. Ella disparó, había cometido muchos errores que le enseñaron cosas distintas, se perdió en varias ocaciones para encontrar su lugar, el amor que dió por una única persona había sido inmenso, nunca creyó que su corazón podría latir tan eufórico con el simple hecho de escuchar su nombre y verla a los ojos, parecía invensible cuando estaba a lado de su otra mitad, a ella le bastaba sentirse amada completamente y libre ante la humanidad. Era como una pequeña ave encerrada en problemas, había aprendido a volar con determinación más bien no contaba en que caería sin vida con el peso de su flor marchita...ahora sus alas se había abierto nuevamente con solo su espíritu.

Los pensamientos de la joven se dispersaron en el aire como pétalos de rosa, las voces de ambas almas en el más allá quedaban en un eco creando un ambiente surrealista, su cuerpo cayó como la última hoja del árbol en tiempos de otoño ante los ojos de los oficiales que estaban intentando desesperadamente entrar, hacía ella inmóvil con marcas de su llanto mientras que en su dedo aún descansaba un objeto brillante, era una anillo con piezas de diamante en el medio, las personas que observaban la aterradora escena bajaron la cabeza en forma de respeto para el cadáver.
Todo quedo en silencio, la sangre de la chica estaba haciendo un charco en el piso blanco ahora con gotas de color rojo fuerte.
Uno de los uniformados solo decidió salir y pedir refuerzos con la devastadora nueva información.


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Dusk Till Dawn《Camren》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora