En tu ausencia

Zoro se despertó y talló su ojo con el dorso de la mano, tras un largo bostezo, miró a su alrededor.

Desconocido.

Ya llevaban varios días ahí, en el submarino de los Piratas Heart, pero todo le seguía pareciendo ajeno. No era una persona exigente, se conformaba con un rincón en donde pudiera tomar la siesta y ese submarino estaba lleno de sitios tranquilos, además Usopp, Robin y Franky estaban con él y los miembros de la tripulación de Trafalgar no parecían tan malo tipos pero... no podía evitarlo, los extrañaba, extrañaba el Sunny, dormir bajo los rayos de sol, los barriles de sake, el bullicio de todos, la comida de Sanji, las tonterías de su capitán... ¿Cuánto tiempo más iban a estar separados? Se asomó a una de las circulares ventanas del submarino, cardúmenes de coloridos peces pasaban en ese momento, tampoco se acostumbraba al paisaje acuático en lugar del cielo azul, suspiró.

-¿Nostálgico Zoro-ya?

Zoro volteó, desde lejos se percató de esa inconfundible presencia, el único insolente, además de sus nakama, que le hablaba con tanta confianza en ese lugar.

-Para nada- Masculló. El capitán de los piratas de Heart soltó una risilla ante la seca respuesta.

-¿En serio? Cualquiera que te viera suspirar como una chiquilla frente a la ventana pensaría que sí.

-¿Qué? ¡¿Estás buscando pelea?!- Reclamó el peliverde visiblemente molesto. Él no explotaba con tanta facilidad, pero ese hombre, Trafalgar Law, lo ponía extrañamente nervioso, no encontraba mejor idea que mostrarse intimidante y a la defensiva para ocultar todas sus inseguridades.

-De hecho, sí, eso es justo lo que busco- El cirujano sonrió con astucia, visiblemente divertido.

-¿Qué...?- Para ser sincero, Zoro no esperaba esa respuesta, miró a Law desconcertado, lo cual divirtió aún más al cirujano y enfadó más al espadachín- ¿Quieres pelear con...?

-Llegaremos en breve a una isla- lo interrumpió el capitán- Pararemos ahí para conseguir provisiones y descansar un poco, nos espera un viaje largo...- Sus ojos grises se fijaron en el rostro de Zoro, quien le devolvió la mirada, no lo iba a intimidar tan fácil, apuntó su nodachi hacía el espadachín, golpeando ligeramente su pecho con la punta del arma- Aprovechando que estaremos un tiempo en la superficie ¿Te gustaría entrenar conmigo?

La mirada de Zoro cambió, antes incluso de notar la existencia de Law, la feroz espada que portaba fue lo primero que llamó su atención, sería el momento ideal para medir su diabólico poder, el cirujano debía ser lo suficientemente hábil como para dominar una bestia así y eso despertó la llama del combate en él, aunque fuera como entrenamiento, podría enfrentar al sujeto que su capitán había llamado aliado.

Aunque no respondiera, Trafalgar advirtió que su propuesta había sido aceptada por Zoro, sonrió satisfecho, había dado el primer paso, su nodachi no sería la única bestia dominada por él.

-Pero te advierto- La voz del capitán de los Heart dejó su tono burlón y se volvió serio. Sus miradas se encontraron, Law sintió como el espadachín se ponía a la defensiva de nuevo, continuó- Desde que te conoció, mi pequeña Kikoku se muere por probar tu sangre, no hay marcha atrás.

Zoro sonrió con seguridad, aceptando el desafío -No será tan fácil- amaba esa sensación que sólo un oponente digno le podía proporcionar.

No era tan común ver una sonrisa del peliverde, el capitán sintió un ligero estremecimiento. Le devolvió la sonrisa y se alejó con paso lento. Ahora tenían algo que los unía, además de Luffy.

El espadachín lo vio alejarse, en ese momento se le ocurrió que quizá debería aprovechar la ausencia de su travieso capitán para conocer más a ese hombre, que en ese momento le pareció de lo más interesante.

Había comenzado a pensar que estar separado de la mitad de su tripulación no era tan malo... y lo mejor es que estaba con los miembros menos entrometidos.