The Last Nightblood

capitulo 10

Afuera una mochedumbre rodeaba el círculo de arena que había visto al llegar, sólo una especie de tarima de a lo sumo medio metro de altura se había colocado no muy lejos de la arena, allí se encontraba Gustus y dos jóvenes más, Lexa se encontraba justo frente a ellos en la parte baja. Cuando Gustus alzo uno de sus brazos, la multitud guardó silencio.

- Mis hermanos y hermanas, el día que estábamos esperando por generaciones ha llegado. Aquí, hoy, ante sus ojos y los míos, se encuentra Lexa kom Trikru ...la heredera de la sangre de Heda!...-los murmullos no se hicieron esperar-...y viene hoy a pedir que nos unamos a ella como miembros de su coalición ...pero, no nos permitiremos seguir a quien sea débil, así que por ello sera realizado un desafío!- exclamaciones de júbilo estallaron al rededor, murmullos de "quien de los tres será el que luche?" Comenzaron a correr- pero al ser esta una ocasión especial, merece un desafío especial...en vez de un combate serán realizados tres de ellos, cada uno de nosotros representara una sección de nuestro clan, los jóvenes por Drako- un muchacho delgado de quizá nuestra edad - Trock por los adultos- un hombre compacto pero musculoso- y yo, quien represento a la autoridad aquí...el duelo termina con la rendición o la muerte. Que comience el combate! - gruñó a los cuatro vientos, la gente que había permanecido sorprendida por las palabras de su líder se animó ante esa declaración de combate. Un sudor frío recorrió mi espalda al ver como Lexa se dirigía dentro del círculo de arena y sin arma a punto de gritarle lo necia que estaba siendo al ir desarmada en el combate cuando caí en cuenta de que Drako tampoco se encontraba armado.

- No te preocupes...Lexa sabe lo que hace...

La dulce voz proveniente de mi derecha me sobresaltó, aleje mi mirada de la pareja en la arena y mire a mi lado. Una joven rubia y de mirada verde se encontraba mirando fijamente a la arena.

- Como estas tan segura...?-no sabía quien era la mujer pero sus ojos me decían que su forma de mirar a Lexa era de alguien que le conocía bastante bien.

- Shhh...pronto lo veras...-me respondió sin siquiera mirarme. Me le quede observando, pero no por mucho, los gritos de dolor en la arena me hicieron volver mi atención a lo realmente importante.

Había estado preparada para ver a Lexa luchar hasta el final, pero definitivamente no estaba preparada para ver a Drako con la cara pegada a el suelo con la rodilla de Lexa presionando su espalda y exclamando que se rendia...acto seguido Lexa le soltó y le tendió la mano para levantarse. Drako le miró con miedo en sus ojos y salió arrastrandose por el suelo.

- Lo ves?- inquirió alegremente la mujer a mi lado - ...ella sabrá lidiar con esto...

Fruncí el ceño y ella al fin me miró pero no dijo nada más. Decidí no hacer comentario alguno, de momento me interesaba más que Lexa saliere airosa de esto y mientras observaba a Trock entrar en la arena con una lanza de doble punta y un escudo comenzaba a preocuparme una vez más.

Lexa observó a el hombre frente a ella. A diferencia del anterior, este le analizaba a ella también, sabiendo que al subestimarla como lo había hecho Drako no tendría un buen final para el. Lexa dejo escapar el aire de sus pulmones e inhaló de nuevo, pensando en que tipo de arma le daría una oportunidad contra su enemigo que portaba una lanza con doble punta y un escudo. Técnicamente tenía ataque y defensa a la vez ademas de que su complexión más musculosa que su anterior rival le hacia pensar que el tendría más fuerza en los brazos, pero cuando observó sus piernas...

Lexa se acercó a una larga mesa donde se encontraban todo tipo de armas, las observó de una en una, pensando en cual sería una opción más acertada, cuando vio un bastón de bo, le tomo de inmediato, y se enfrentó a su oponente.

Trock frunció el ceño al ver el arma que había seleccionado Lexa, su mandíbula se tensó. - A caso estas jugando niña!?- gruñó - te estas burlando de mi!?

Lexa se observó impasible. Esto hizo que Trock encolerizara y sin siquiera esperar la señal de Gustus se lanzó al ataque.

- No te burlarás de mi, niña estúpida!-arremetía contra Lexa de un lado del otro, sus movimientos rápidos y certeros, daba la impresión de que a Lexa le costaba seguir su ritmo, y después de todo sólo un trozo de madera se interponía entre el hombre furioso y sus agresivos ataques.

Gustus observaba todo con detenimiento, y mientras la mayoría podría ver que Lexa se mantenía con vida de milagro, el sabía que sólo buscaba cansar al fornido hombre, pero eso no impedía que ella también perdiese condición. Esta ronda la ganaría quien tuviese la mayor resistencia.

Lexa comenzaba a sentir los brazos como gelatina y eso no era un bien indicativo, si bien su objetivo es agotar en lo más posible a Trock, de continuar así no tendría posibilidad contra Gustus en la siguiente ronda y no podía permitirse llegar ahí con más desventaja. Así que en cuanto viese una abertura atacaría.

El duelo mantenía su curso, Trock atacaba a Lexa como si de un muñeco de entrenamiento se tratase, mientras Lexa comenzaba a perder un poco su resistencia y si no fuese porque Clarke se había pasado ya un largo tiempo en su compañía no sería capaz de percibirlo pero sin embargo podia verlo y se preguntaba si su rival lo estaba notando .Y también se habia percatado de que cuando el hombre fornido atacaba el flanco derecho Lexa temblaba un poco en su defensa. Después de todo lo sucedido en la caída si que se había lesionado a algo más que un moretón. Clarke no sabía si estaba más enojada o preocupada.

- No sabía que Lexa había terminado las cosas con Costia...cuanto tiempo llevan juntas?- inquirió la rubia a lado de Clarke.

Clarke le lanzó una mirada fulminante, esta mujer era una entrometida-...no tengo porque darte información, y por si no lo has notado, Lexa se esta jugando muchas cosas en este duelo, no puedes pensar en otra cosa!?

La mujer le miró con sorpresa, y después le sonrió de manera enigmática - En ese caso, yo sólo podría decirte a cambio, que si piensas ser digna de estar con Lexa, sin importar lo que veas en estos combates, no se te ocurra intervenir, eso perjudicaría a Lexa aún más que si perdiera...se que Costia no lo haría...

Clarke respondió- Pero Costia no esta aquí, y yo si, y por eso mismo haré lo que tenga que hacer, no lo que se espera de mi...Lexa lo entendería.

- Veo ya que no lo eres, más toma en cuenta mis palabras, si Lexa quiere ser comandante tendrá que ganarlo...

Clarke estaba por decirle que en realidad Lexa "no quería" serlo, más sin embargo "debía" hacerlo...cuando un alarido de dolor desgarró el aire, incluso podría jurar que había escuchado la ruptura de huesos. Sus pies se movieron instintivamente hacia adelante, llegando a la parte frontal del círculo.

- Oh mi dios, Lexa! Que has hecho!?- no pudo evitar exclamar esas palabras, ante la visión que tenía delante. Trock había aplastado totalmente la garganta del hombre con el bastón básicamente atravesando su garganta.

A pesar de su exclamación en un mar de silencio, Lexa ignoró las palabras de Clarke. Había la vida de cientos de miles de personas de promedio y no podía permitir que esas expresiones removieran su interior, simplemente no había tiempo, además, si el hombre no le hubiese propinado tremendo golpe en su lado derecho que ahora le punzaba a horrores, no habría hecho que por inercia su peso se fuese hacia donde le mantenía retenido.

Gustus observó a su alrededor, sus pobladores al fin estaban presenciando la valía de estos enfrentamientos. Y ahora era su turno.

Gustus se puso en pie, estirando sus músculos, dando pasos firmes hacia la arena, observando mientras retiraban a su mejor discípulo del campo, murmurando un "tu lucha a terminado" para si mismo. Después observó a la chica rubia que acompañaba a Lexa, esta le miraba como si acabase de presenciar la atrocidad más grande de su vida. Ella no tenía idea. Después mientras sus asistentes le colocaban su armadura y le entregaban su espada larga, miró a Lexa que se ponía en pie desde el charco de sangre y la tierra, y se encaminaba hacia la mesa de armas sin siquiera darle a el una mirada, tomo no una si no dos espadas, una la amarró a su cinto y la otra permaneció en su mano, después volvió al centro de la arena. Todo mundo absortos en ella. No pudo evitar asentir en reconocimiento, ante sus ojos tenía a una comandante. Y se encontraba emocionado por enfrentarse a ella.