Iba cabalgando junto a tu armadura de metal pulido
Cuando el caballero del otro bando clavó su espada en mi corazon vacío
Pensé que si moría alguien recogería mis cenizas y pedazos
Pero en vez de encontrar su mano encontre un pequeño sobre bajo mi regazo
-Te deje en mitad de la batalla mi pequeña princesa-
Imitaba y recordaba su voz grave y algo espesa
No suframos más por este atormentado suplicio
Tu encontrarás a tu príncipe y yo mi más severo castigo
Al verlo mis lagrimás secas provocaron una fuerte tormenta
Mientras él se preguntaba si podría recomponer mi alma ya hecha piedras
Pobres indecisos caballeros de la luna
Que jamas su dulce confianza volverá a florecer como en un pasado hubo alguna
Al persistente caballero ya ni fuerzas le quedaban para sujetar su armadura
Pero la pequeña princesa la empuña pese a su orgullo y locura
Ahora ven...destino y dime
¿Existirá momento en que pueda verlo sin volver a deprimirme?
Un extraño color salió de su ego en ese instante
Mi fiel caballero logró derrotar a su maldito contringante
El dolor me escocía por mis ojos y mi cuerpo
Me había dejado morir al otro lado del espeso campo incierto
Dime si de verdad pensaste en aquello
Ahora que ya creciste dímelo y échale valor a cada uno de tus hechos
Que quizas nada de esto hayas comprendido
Pero tanto tu como yo estabamos en bandos completamente distintos
La llave de mi corazon nadie la tiene
Solo es mía y ninguna copia esta presente
Pues el destino de los dos bandos está
Y espero que comprendas que de otro caballero me he podido enamorar
