Mariposas

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Ella, mariposa.
Yo, fuego.

Si la toco quemaré sus alas,
si la toco fundiré su alma.
Pero es tan bella que mis manos se alargan.

Ella vuela cerca,
atraída por el calor,
y yo, vil villano,
alargo mi mano
y quemo sus alas.

Ahora es mía,
encerrada e incapacitada,
sin fuerzas para reponer sus alas.

PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora