Mi pequeña obsesión. |Mario Bautista & Tú|

Capítulo.2

Mauricio Corona:

(...)

—¡Mierda, Mario! —lo senté en el sofá. —¡Mírate, estas del asco hermano!

—Hm... —balbuceo. —M-Me duele la cara. —se quejó.

—¡Pues como no, si el tipo te la partió bien y bonito! —negué con la cabeza y reí. —Voy a ir por el botiquín de emergencia para curarte hermano.

Fui a la cocina por el botiquín de emergencia y regresé a la sala para curar a Mario.

Al día siguiente...

_____ Beckham:

Era una mañana soleada y fresca. Me levanté con ánimos.
Ayer, a pesar del incidente que pasó con el tipo del bar, dormí perfectamente y hoy amanecí muy bien descansada.

Me duche y me arregle; me puse unos Jeans, una blusa de tirantes negra y mis Vans. Deje mi cabello suelto, ordene mis cosas para la Universidad y salí de mi departamento. Kelly pasaría por mi, para irnos juntas a la UNI, como todos los días.

(...)

—¡Hey guapa! —exclamó Kelly mientras hacía sonar el claxon de su auto, el cual estaba aparcado frente al edificio.

—¡Hey! —dije con ánimos.

—Sube nena. —me indicó, mientras le quitaba el seguro a su auto. Sonreí y me subí.

—Hola ¿cómo estás? —dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.

—Yo, perfectamente bien. —dijo. —¿Pero tú? ¡Pff! Te vez radiante. —sonrió.

—Me alegra saber que estas perfectamente bien. —sonreí. —Y si jaja —me sonroje.

—¿Tuvisteís sexo con Dilan otra vez? —pregunto de repente.

—¿¡Qué!? —exclamé boquiabierta.

—Es que te vez radiante. —se encogió de hombros.

—Oh, no, no, no. —negué al instante. —Claro que no tuve relaciones con Dilan. —me gire para ver por la ventanilla. —No lo he visto desde...bueno, ya sabes.

—¿Porqué? —pregunto a mis espaldas. —Dijiste que te gustaba ¿no?

—Si, me gusta... —me gire a verla. —Y lo quiero como no te imaginas.

—¿Entonces qué sucede? —me observo con atención.

—Dilan no me ha llamado desde que lo hicimos, ni siquiera responde mis mensajes. —rodé mis ojos.

—Vale, tal vez está ocupado... ya sabes, las tareas y los exámenes. —sonrió.

—Si, tal vez es eso. —sonreí no muy convencida.

—Vale nena, ahora hay que irnos a la Uni o si no llegaremos tarde. —se puso sus gafas y tomó el volante.

Kelly puso su auto en marcha y nos fuimos a la Universidad.

(...)

—¡Joder! —se quejó Kelly. —¡_____, bajate y entra a la Universidad antes de que se nos haga tarde! —ordenó. —Mientras iré a buscar un lugar en el estacionamiento.

—Vale, vale... —asentí y me bajé para adentrarme en la Universidad.

En uno de los pasillos mire a Dilan hablando con una pelirroja, supuse que hablaban de los exámenes o tareas. Respire profundo y camine hacia ellos.

—Hola. —sonreí.

—Ah, hola _____. —saludo Dilan, dándome un beso en la mejilla.

—Hola. —dijo la pelirroja con una sonrisa. —Bueno, entonces te llamo y nos ponemos de acuerdo para el trabajo, ¿va?