JiMinniePoo ❀ YM

🍑JiMinniePoo cocinerito

—Ah, JiMinnie —Comentó YoonGi casualmente mientras se levantaba de la mesa y acarreaba con él su, ahora vacía, taza de café amargo.

Habían despertado hace alrededor de una hora y media, aproximadamente a las 6.30, puesto que él día anterior había sido agotador para ambos y habían caído en la cama apenas se recostaron alrededor de las 9, sin embargo, JiMin no tenía clases ese día, para su suerte, y YoonGi debía comenzar a arreglarse recién entradas las 7.10, 7.20, por lo que aprovecharon unos bastante confortantes cuarenta minutos de mimos mañaneros enredados en las sábanas entre "PinkyPoos" y "besito" y "hazme piojito" y "PinkyPoo, PinkyPoo, no te duermas, yah" y otras variantes tan tiernas como esa, y aunque el tiempo había pasado volando, hacía que la madrugada de YoonGi fuera más llevadera y dejaba a JiMin bastante reconfortado como para no extrañar a su mayor más de la cuenta las horas en las que no estaría –aunque él siempre extrañaba a su PinkyPoo, daba igual si sólo iba a la tienda, lo extrañaba mucho mucho, hm.

Así que ahora, que el reloj acababa de marcar las 8.30, ambos se preparaban mentalmente para despedirse y seguir con su vida hasta las 19.50 –exactas 19.50 porque si no, había un niño mimado y preocupado que comenzaba a llamarle como un loco para preguntar si no le había pasado nada- que era a la hora a la que el pelinegro llegaba del trabajo.

Era una rutina triste y difícil, pero bueno, no había nada que hacerle, la vida tiene que seguir.

— ¿Sí, PinkyPoo? —Preguntó JiMin regalándole una sonrisa somnolienta y de ojos cerrados a la delgada figura que se paseaba por la cocina lavando los trastes sucios y buscando quien-sabe-que-cosa la cual probablemente eran más sobrecitos de café y su termo para poder sobrevivir a su primera clase completa sin dormirse.

—Compré las cosas que me pediste ayer —Informó vagamente mientras hurgaba con concentración en el mueble de los platos limpios por el termo que cada mañana de su vida perdía— Están en la despensa de arriba, en una bolsa —Indicó apuntando hacia dicho lugar con el dedo.

— ¡¿Enserio?! —El rubito saltó con emoción de su asiento y revoloteó alegremente por la cocina hasta llegar al lugar antes mencionado, de donde sacó una bolsa blanca semi transparentada llena de los víveres que JiMin le había encarecidamente encargado a YoonGi con una tierna lista que había metido en el bolsillo exterior de su bolso porque "PinkyPoo, vas a ol-vi-dar-lo" con un pequeño toquecito en la nariz por cada sílaba entrecortada. De camino a la mesa, aprovechó también por asomarse a la estantería del lado contrario de la cocina al que YoonGi buscaba su termo y sacó de ahí el articulo perdido, tendiéndoselo a su mayor cuando pasó por su lado, ganándose como recompensa una mirada agradecida y un pequeño beso robado— Gracias, PinkyPoo.

—Gracias a ti, bebé —Renegó con una sonrisa, tomando entre sus manos el rostro de JiMin, negándose a soltarle tan rápido— Eres tan lindo por las mañanas —Comentó de repente, sonrojando al rubio, quien sólo negó feliz y frotó sus narices juntas.

—Tú eres más lindo todavía —Contradijo ladeando su cabeza tiernamente, inclinando de forma demasiado linda para esa hora de la mañana, su amarillo fleco— Vas a llegar tarde PinkyPoo, apresúrate —Agregó antes de que YoonGi pudiera decir algo más— Son las 8.40

El mayor asintió con pesadez y suspiró, como si dejar a JiMin fuera demasiado duro y le costara mucho tomar la decisión de hacerlo –porque así era en realidad- depositó en los labios de su dongsaeng un último pequeño beso— Lo sé, lo sé, ya voy —Se resignó y dio media vuelta para terminar así de preparar su termo con café y así estar listo para recién terminar su día.

Hoy tocaba largo, sus clases terminaban sólo quince minutos antes de que su turno en la biblioteca comenzara y además, tenía que corregir un trabajo que le había encargado uno de sus profesores de teórica y que le significaría un dinero extra que siempre era bienvenido, así tendría que correr por todos lados si quería lograrlo todo sin tener que llevarse trabajo a la casa.