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Diez y once años.

Fin de semana, de mañana. Solo podía significar algo, era momento de jugar en el patio con mis carritos.

Hyung — gritaste mientras corrías hacia mí.

¿Qué ocurre? — tus mejillas regordetas te hacían ver muy tierno, y tú altura era adorable, bueno, todo de ti era adorable. Sin alguna razón mi corazón se aceleró como si hubiese corrido demasiado. Realmente no sabía que era lo que me hacía estar así, pero no me importarba, ese rápido latir me hacía sentir bien.

¿Usted sabe que es un beso? — preguntaste apenado.

¿Besos? — afirmaste con la cabeza — he escuchado a mi hermana hablar de eso, pero no estoy seguro. ¿Por qué preguntas?

Ayer escuché a mi hermano hablando de eso con su amiga. Cuando le pregunté qué eran los besos, me dijo que era algo que hacían las personas que se querían mucho. Yo solo quería saber si usted sabía lo que eran — respondiste con toda sinceridad.

Si besarse son las cosas que hacen las personas que se quieren, Jimin y yo nos podríamos besar, ya que nos queremos... ¿Estaría bien si preguntó?

Jimin — dije en voz baja llamando tu atención— ¿Tú y yo nos podríamos besar ? — no respondiste — bueno. Es que tú y yo nos queremos, nos lo decimos todo el tiem-

— ¿Acaba de decir qué si? No crei llegar tan lejos.

Te acercaste a mi, quedando a pocos centímetros. Realmente no sé qué hacer. Me acerqué aún más rozando tus labios, tú pegaste tus labios con los míos. Un pequeño beso, uno inocente pero lleno de amor.
Ahí estaba la misma sensación de antes; mi corazón latía rápido de nuevo.
Te mire a los ojos, tenía ganas de abrazarte, estabas completamente ruborizado.

Ese fue nuestro primer beso. Algo que nunca pude olvidar.


miedo a la obscuridad (nammin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora