_________ seguía en la casa de Niall, intentando distraerse con algo. Pero no podía. Las horas le parecían años enteros, sin él no era lo mismo. Sin su mal genio de vez en cuando, o sus momentos picantes, sin sus sonrisas, ni sus miradas que tanto la excitaban. Sin sus abrazos… sin nada. La casa parecía vacía. Ni el televisor podía sacarla del aburrimiento y la preocupación. Hasta que pasaron las noticias… dentro de los tres días que Niall había prometido y más. Ya había pasado una semana, y nada.
- Se organizó una guerra en Rusia… - decía la joven reportera. ________ solo podía ver cadáveres y incendios –…había agentes y soldados de por en medio, prominentes sobre todo de Estados Unidos… – a ________ se le puso la piel de gallina, deseando que Niall estuviera bien. Siguió escuchando atenta - … treinta y dos muertos y siete heridos graves, otros tantos desaparecidos.
Los ojos de ________ se humedecieron. ¿Ninguno que no hubiera sufrido daños? ¿Alguno siquiera que solo fuera herido leve? Dios mío, rezaba que al menos, Niall fuera uno de esos siete. Llamaron a la puerta. ________ fue a abrir a toda prisa.
- ¡Kellen! – lo abrazó con todas sus fuerzas. Él sonrió amargamente.
- Vigila, nena… - ella se apartó. Observó que estaba algo mal herido y sobre todo, lleno de polvo.
- Perdóname… - sonrió, buscando algo de esperanza en los ojos del compañero de Niall. Pero no vio nada. Solo un destello. ¿Es que acaso ese rudo hombre estaba a punto de llorar? La chispa de esperanza que le quedaba a __________ se esfumó. Los ojos se le inundaron de lágrimas, sintió una gran opresión en el pecho, el aire le faltó. La garganta le ardía, tenía un nudo en el estómago. Negó con la cabeza, apretando los labios. Y murmuró su nombre
– Niall…
- Lo siento… - Kellen la miró, la abrazó, y él también… dejó que salieran las lágrimas – Lo siento, nena…. – hasta a él se le ahogó la voz. – me dijo que te diera esto… - se sacó un sobre de su pantalón y se lo entregó a ________. – Al menos, a muerto dignamente.