EL RESENTIMIENTO

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John muy molesto y decepcionado con su hermano Aleksander, él no sabe donde se encuentra su hermano así que buscándolo por todos lados, va a todos los países  posibles, ciudades donde trata de ubicar a Aleksander Shirmitov, primero va a China hacia el sur de La Unión Soviética,  en Beiying donde lo buscan arduamente.  Mientras lo perseguían aprendió  a luchar Kung Fu con el maestro Chin Li,  en su Doyo, pero por su rebeldía le costó aprender, ya que esto requiere concentración y constancia.

 Aprendido esto, John emigra hacia otro país más técnicamente hacia el Oriente de China, hacia Japón, va a la ciudad de Tokyo, en esta aprende karate, al igual que lo anterior le costó aprender la técnica de esta arte marcial nipona, su entrenador muy orgulloso por aprender más fácilmente que algunos que habían estudiado en este lugar.

--¡Te felicito por lo conseguido! -- dijo su entrenador.

-- Gracias Sensei,  usted me enseñó todas estas técnicas marciales que me servirán para defenderme de todos aquellos que me ataquen en este mundo, seguiré viajando por todos nuestros continentes para ir recolectando conocimiento de todos los países por los que viaje.--dijo John, muy inspirado por lo que había logrado con tanto esfuerzo y dedicación. 

--Espero que logres lo que acabas de decir, en algunas partes de este planeta, como tu dices se pueden aprender muchas cosas importantes para esta vida, como en otros lados se puede aprender malas--dijo el entrenador a modo de consejo.

En ese instante llega a ese mismo lugar un hombre inexperto a tratar de aprender todo lo que sabía John sobre el karate y Kung Fu, este con suerte tenía 18 años, ese mismo día se inscribió en la Academia de karate. Al día siguiente el joven muy motivado llega al lugar donde quiere aprender defensa personal, el entrenador, y John el primer día le enseñaron lo básico, el equilibrio, la fuerza, la percepción,  como actuar cuando alguien quiere atacar con arma blanca o incluso cuando te van a disparar. El segundo día empezaron a emplear estas técnicas, empezaron con la defensa personal más específicamente cuando te atacan a puños. El entrenador le dijo:

--Primero, cuando alguien te quiera dar un golpe, ya sea, en la cara, piernas, brazos o incluso estómago, tienes que anticipar la acción que tu agresor vaya a hacer contra ti. Segundo tienes que saber mirar, por ejemplo si te pegan un puntapié no vas a defenderte con un rodillazo, lo que tienes que hacer es cuando tu contrincante disponga a golpearte debes agacharte justo cuando él levante su pie, entonces aprovechas esta acción de tu rival para que tu le devuelvas la patada, debes pegarle en la otra pierna, por detrás de la rodilla para que éste se caiga, o lo que también tu puedes hacer en esta acción es justo tomarle su pie, empujándolo hacia atrás o incluso tirándolo hacia a ti por el lado de tu cuerpo y utilizando esa técnica le aprovechas de pegar con la rodilla en su estómago.-- dijo el entrenador.

--Es muy interesante lo que usted me está diciendo al respecto, pero yo no tengo esa anticipación o vista que ha mencionado anteriormente, incluso haciendo estas técnicas yo pienso que me lesionaría o no sabría hacerlo con la persona que me agreda en esta supuesta situación que usted dice.-- dijo José en tono muy gracioso y desconfiado de si mismo.

--¿Cómo no vas a poder, hombre?, con esfuerzo y dedicación se puede lograr hasta lo más imposible que puedas pensar --dijo el entrenador muy inspirado para darle confianza a este joven. 

En ese mismo instante llega John muy sonriente, además escuchaba muy gracioso la conversación entre ellos dos, John dijo:

--Yo era igual que tu hace muchos años, no tenía confianza en mi mismo, en esta academia que desde muy joven me vine a inscribir para tener autodefensa, ya sea, cuando me den golpes, incluso me quieran atacar con diversas armas, tales como: cuchillos o pistolas, hasta que decidí entrenar mucho para lograr mis sueños de independencia, igual pensaba como tu, de que no lo lograría o de que no podía tener las capacidades  de tener visión o intuición de una hipotética situación en la que me agredan físicamente. Hasta cuando empecé a esforzarme de diferentes formas, ya sea, de ser constante en los entrenamientos, cumplir con lo que mi entrenador me decía que hiciera, pero lo más importante, que yo podía realizar y cumplir era como dijo nuestro entrenador era tener dedicación y confianza en nosotros mismos, mejor dicho en nuestras habilidades, y con todo lo dicho lo puse en práctica y aquí estoy ahora, siendo el estudiante mejor preparado que ha tenido nuestro entrenador en décadas, con esto dicho logré ser al paso de un año de puro ejercicio ser cinta negra, muchos han llegado a desafiarme, ya no me acuerdo cuantos alumnos de aquí, pelee, pero lo que se es que cada uno de ellos les di una buena paliza que se acordarán toda su vida a uno lo mandé al hospital, así que, haznos caso con lo que te dijimos, trabaja mucho si quieres lograr esto,--dijo John en tono creído y confiado en los que decía.

--Yo también he tenido alumnos buenos, muy buenos, como también malos, mediocres, estos alumnos malos nunca llegan a entender la razón del karate, ya que estos me dicen que quieren aprender como autodefensa esto y después de un tiempo me dicen que lo quieren para ataque o incluso para matar. Al decirle que el karate no es para eso, se enojan conmigo, algunos se van, como otros aprendices que me desafían en alguna pelea diciéndome que si me ganan les enseñe karate para atacar, pero si yo gano se van ellos, todos con los que he peleado han perdido contra mi, algunos asumen su derrota, otros incluso me han querido matar, pero todos se han ido con mucho rencor hacia mi; no se exactamente donde estarán ellos ahora ni con quien estarán entrenando, pero se que no volverán nunca más.


CONSECUENCIASWhere stories live. Discover now