Única parte.

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Era una tarde de Domingo, el día había estado sumamente aburrido y la tortura parecía que iba a continuar.

Dos chicos se encontraban tumbados en la cama de los padres del mayor de ellos. No tenían nada mejor que hacer, así que uno de ellos decidió aportar una idea para volver su tarde, más divertida. El otro no había quedado tan contento por aquella idea, o al menos era eso lo que quería dar a conocer.

Kyungsoo se encontraba en pijama y jugaba con su celular, mientras que Jongin solo tenía puesta la ropa interior y trataba de toquetear a la persona junto a él.

- Oh, vamos, Soo.

- Ya te dije que no, Jongin. Detente, no quiero.

- Bien que lo deseas, precioso.

Las manos del moreno se dirigieron al abdomen del chico mayor, levantó la camiseta y con suavidad las deslizó hasta el pecho lechoso.

- Basta.

Jongin sonrió ladino. Kyungsoo se quejaba pero se dejaba hacer.

- Vamos, bebé.

- No me digas así -suspiró- Jongin.

- Quiero follar -lamió su labio inferior- contigo.

- Somos primos.

- Claro que no.

Una de las manos del moreno bajó hasta el inicio de los shorts de algodón del pijama de Kyungsoo. Empezó a juguetear con el elástico y hacía el ademán de querer bajarlos.

- Jongin.

Aquella demanda había sonado más como un gemido desesperado.

- Soy el sobrino de tu madrastra. No somos primos en realidad.

- Da igual. No podemos.

- No uses como excusa aquello, pequeño. No te quejabas en el pasado cuando me metías la lengua hasta la garganta.

Jongin subió la camiseta de Kyungsoo hasta la altura de las axilas y comenzó a pellizcar los rosados y sensibles pezones del mayor. Llevó dos de sus dedos a la boca y los regresó para mojar esos deliciosos botones que empezaban a ponerse duros.

- Solo eran simples besos. Lo que quieres hacer va más allá de todo ¿Bien? -tragó saliva, nervioso- Simplemente no podemos.

- ¿Por qué no podemos? Eres soltero, yo estoy soltero -sonrió de lado- Y lo más importante, estamos solos en la casa.

La respiración de Kyungsoo empezaba a agitarse. Mentiría si dijera que todas esas caricias por parte de su menor, no lo estaban calentando al máximo.

- No, no podemos.

Pero igual iba a mantenerse firme.

- Estás temblando bajo mi toque. No te resistas, amor.

- He dicho que no. Punto final.

Jongin se encogió de hombros y quitó sus manos de Kyungsoo. Se puso de rodillas y se colocó más cerca de su primo. El mayor que había bajado la guardia, no podía creerse lo que estaba por pasar.

Sacó su pesada erección de sus boxers y empezó a masturbarse. Como si nada. Como si fuera lo más natural del mundo masturbarse en la cama de sus tíos, justo al lado de su primo.

- Ah. -Soltaba jadeos mientras se acariciaba.

- ¿Es en serio?

- De una u otra forma debo aliviarme ¿No crees?

PERSUASIVO || KAISOO (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora