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[Nota: hay nombres que no aparecen en la serie y recuerden que en la época de ellos las mujeres tenían un trato diferente, no hay violencia no se preocupen, pero tampoco se esponjen si hay alguna actitud que les moleste no es mi intención ofender, tambien recuerden que época es, por cierto esto tiene humn intento de lemon y eso asi que si no les gusta abstenerse de leer, saludoos♡ ]

Había pasado un tiempo desde la recuperación del Rey Arturo, generando así una polémica cuando el joven decidió permitir la magia en el reino, sin embargo aun así deberían ser precavidos y no cruzar los limites de la moral.

Merlín se había conformado con eso sin embargo su relación con el Rey se había deteriorado debido a la desconfianza que el mayor comenzó a tenerle, todo comenzó cuando Gwen era quien veía por Arturo y prácticamente de todas sus tareas se encargaba ella y su doncella.

Arturo lo ignoraba de sobremanera a menos que deba hablarle obligadamente, el rubio no se atrevía a despojar a Merlín de su cargo como su siervo. Pero tampoco quería enfrentar su realidad.

Ninguno de ellos sabia que hacer y se notaba en sus semblantes que algo sucedía.

Gwen no tardó en mostrar sus verdaderos colores al resto de los siervos y caballeros en el palacio, la mujer daba ordenes incluso cuando no hacía falta que lo hiciera, además de ser cansado era inapropiado e incomodo ver a la reina incluso en la zona de caballería del palacio, verla en la armería y más aún dando órdenes a muchos sujetos que no les agradaba demasiado acatar a una mujer por más reina que fuera.

Podían quejarse? no. Arturo sabía algo de lo que sucedía? por supuesto que no y eso se debía a que no podían quejarse. Era todo un círculo vicioso que nadie se atrevía a romper, la mujer estaba en todos sitios, en la cocina, en las camaras de gaius, en el pueblo, en el mercado, en los establos, en el jardín, en las plantaciones, en las habitaciones del palacio, estaba en todos lados.

Alguien podría pensar que era debido a la falta de interés del Rey en hacer algo u opinar en algo, recordaban que él estaba vivo cuando lo veían de vez en cuando vagar por ahí como si buscara algo sin encontrarlo incluso si su querida esposa estaba a su lado.

El Reino comenzaba a mirar de mala manera al Rey y la Reina, incluso los siervos a su alrededor compartían miradas de desagrado después de verlos, pero Arturo no parecía notarlo, incluso cuando más de una vez rechazó tomar la mano de la dama sin siquiera darse cuenta ante los ojos de los ciudadanos que, no podían mentir, les daba gracia y a la vez sentían pena por el joven.

Sir.Leon habló más de una vez con él, deslizó metafóricamente el descontento de los empleados y pueblerinos intentando que el Rey no lo tache como uno de esos hombres que desprecian a las mujeres, todo lo contrario a eso León buscaba de alguna forma que el matrimonio intentara gobernar más juntos, más igualitario, y también porque no, que sea más justo con el pueblo y sus necesidades.

El Rey lo escuchó atentamente, tal vez incluso pensó en ello por la noche, sin embargo en cuanto el caballero mencionó el nombre de Merlin el rubio golpeó la mesa con un puño para detener sus palabras y observarlo de reojo, sin parecer del todo molesto pero rehusandose a hablar del tema.

León le dió una última mirada antes de salir del cuarto.

La gran puerta de la habitación del rey fue tocada tan suavemente que el joven dentro apenas y logró escucharlo, desde hace semanas que su valiente salvador tocaba de esa manera antes de entrar y Arturo no podía sentirse peor al escuchar tal sonido.

- Pasa ... - ordenó para luego carraspear, hacía mucho que no hablaba y su voz salía mas ronca de lo normal.

La puerta se abrió y un chico de cabellera azabache entró con la cabeza baja y jugando con el filo de su camisa.

Miss you [Merthur] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora