El hilo rojo del destino (Karma y tú )

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Sentí como alguien movía mi brazo con delicadeza para qué me despertase, abrí mis ojos lentamente y con una de mis manos empecé a tallarme los ojos, mi vista aún estaba nublada pero logré divisar una cabellera rojiza y unos ojos cobre qué me miraban atentamente con una sonrisa burlona en su rostro, Karma era el dueño de aquella sonrisa, al verme directamente a los ojos sentí como mi cuerpo era atravesado por un escalofrío que hizo que me estremeciese.
Aún nerviosa por su cercanía le dije:

--¿S-Sucede algo, Karma-kun--

--Veo que tienes ojeras, ¿qué estuviste haciendo ayer?--

Me quedé atónita al escuchar su pregunta,¿acaso sabía hacerca de que yo era esa tal "Stalker"?, no, no era posible, tal vez sea uno de los estudiantes más inteligentes, pero no creo qué se haya dado cuenta de qué yo era.

Con voz bastante calmada pese a qué por dentro estaba totalmente nerviosa, dije:

--Estuve viendo yaoi hard hasta la madrugada, ¿quieres qué te enseñé unas imágenes?--

Una gota resbaló por su sien y con un pequeño sonrojo no tan notable, me dijo:

--N-No gracias....prefiero el yuri--

Eso último lo dijo con una sonrisa pervertida en su rostro haciendo qué me desconcertase pero decidí no tomarle importancia.

Después de hablar unos cuantos minutos con Karma sobre qué era mejor, el yaoi o el yuri, Karma se fue hacia su pupitre y tomó asiento, yo conecté los auriculares y empecé a escuchar la canción "the resistance", luego, volví a cerrar mis ojos para conciliar el sueño.

[...]

Habían pasado unos cuántos desde que koro-sensei había empezado a dar clases, yo aún seguía durmiendo pero aún así nadie se dio cuenta.

[...]

Todas las clases me las había pasado durmiendo, cuando abrí mis ojos, vi varias bolas de papel en mi pupitre, mire en todas las direcciones para ver quien me las había tirado, pero no había nadie, todos se fueron a sus casas,
empecé a recoger mis cosas para luego salir y dirigirme hacía mi casa, no sin antes coger aquellas bolas de papel para leerlas, eran mensajes tontos como "con esas ojeras pareces una panda, aunque, serías una panda muy linda".
Eso último hizo qué mis mejillas tomasen un leve sonrojo y empecé a sentir como mi pulso se acceleraba, aquellos mensajes eran de Karma, pero aún así, había algo que no entendía, aquella nota había hecho que me sintiera feliz, aún con mis mejillas rojas dije en un pequeño susurro:

--¿Que demonios estas haciéndome?, Akabane--

Puse aquella nota en mi pecho y sentí como poco a poco mis mejillas empezaban a arder y mi corazón empezó a latir descontroladamente.
Cogí mi mochila y móvil para luego comenzar a correr en dirección hacia mi casa.
Nada más llegar me encerre en mi cuatro y me lancé sobre la cama, tape mi cuerpo con las mantas debido a que hacía bastante frío, no podía poner la calefacción porque mis padres me golpearian, preferían verme temblar antes qué gastar su dinero en alguien como yo.

Cogí mi móvil y vi que tenía un  mensaje de Karma.

Karma:--¡¡Hi Stalker-chan!!, ¿que haces?--

Yo:--Respirar^^--

Karma:-- -_-, ¿Enserio?, y yo que pensaba que te estabas drogando--

Yo:--Tal vez, ¿quien sabe?--

Karma:--¿¡Enserio te estabas DROGANDO!?--

Yo:--Con yaoi--

Karma:-- =_='--

Karma:--Nunca hagas más eso--

Al ver su mensaje sonreí y me sonroje un poco para luego volver a escribirle.

Yo:--Ayy que tierno, el gran Karma-kun preocupándose por su Stalker.

Karma:--¡¡Idiota!!,¿¡quien demonios se preocuparía por ti!?--

Yo: Tu mi querido tdundere Karma-kun--

Karma:--¿Así que me amas? :)

Tardé en responder a su pregunta ya que me quedé en shok, vale que siempre me divierto cuando estoy con Karma, y que siempre pienso en el y que hasta hubo ocasiones en las que quise besarle, pero siempre pensé que tan solo eran simples fantasías de adolescente que yo tenía, nunca pensé.
Al terminar el debate de si amo a Karma o no, decidí responderle.

Yo:--Tal vez ^^--

Karma:--¿¡Que tipo de respuesta es esa?!>///< , en fin, me tengo que ir, ya se ha hecho bastante tarde--

Karma:--¡¡Nos vemos Stalker-chan!!--

Yo:--Adiós, Karma-kun--

No me di cuenta de que ya había oscurecido así qué decidí ponerme mi pijama y dormirme