¿Mecánica?

¿Tú? No me hagas reír

Adrián:

*Flashback*

-¡Maldita sea! -grité después de que él o la imbécil de adelante paró repentinamente y me estrelle contra el.

Bajé furioso de mi Audi, mi día va de mal en peor. Primero la enfermedad de mamá, después los constantes reclamos de mi padre y ahora esto, es que yo tengo alguna especie de maldición, eso seguro.

La persona del otro auto se bajó , es una chica rubia, alta y con el físico de una modelo, osea no voluminoso, para nada de mi gusto si soy sincero, por lo que no perdonare lo del coche.

-Lo siento, lo siento -murmuró apenada -No era mi intención, soy nueva en esto -se veía sincera, pero eso no quitaba el hecho de que ahora mi auto está chocado, el capó esta destrozado.

-Pues si no sabes conducir, no lo hagas -estoy realmente molesto. -Es por eso que las mujeres no deberían conducir -espete con un aire de superioridad y arrogancia, debo admitirlo. La chica me miró molesta.

-No seas cretino, ya te pedí disculpas -alzó la voz -además, no es mi culpa que un imbécil se pasara el rojo y yo sea una conductora novata.

-Esto tiene que ser una maldita broma, no me puede estar pasando esto a mi. -murmure molesto -Mira como dejaste mi auto ridícula -apunté a mi audi, ella lo miró y no dijo nada, simple y sencillamente se acercó, sus llaves tintinearon y fue ahí cuando me temí lo peor, tomó una y trazó una línea de principio a fin por el ya destrozado capó.

Mis ojos se abrieron en su máximo esplendor cuando mi visión capturó la raya. No... lo... puedo... creer... mi bello y hermoso Audi está arruinado, maldita rubia loca. No sólo me hizo estrellarme contra ella, sino que también rayo mi costoso coche.

-Eso fue por llamarme ridícula, idiota -habló molesta, entró en su chatarra a la que llama auto y se fue. Yo me quedé ahí, contemplando mi coche; estaba anonadado y molesto, muy molesto para ser sincero. Ni siquiera logré memorizar su patente debido al asombro.

*Fin del flashback*

Estoy en un taller cerca de donde sucedió todo con la rubia loca, le pregunté a la morena que está frente a mí si podía traer a alguien que supiera del tema, sin embargo, no me respondió. Pasó olímpicamente de mi, y siguió mirando el auto.

-Oye no es que me moleste ver como aprecias mi coche, pero en serio quiero que solucionen eso, y si tú no traes a alguien que sepa del tema, me iré y perderán un cliente muy valioso -la chica no hizo mas que mirarme molesta, bajé la vista y vi que apretaba los puños.

-Yo sé del tema -murmuró molesta.

-Vamos chica, me estás haciendo perder mi tiempo -la miré molesto -tráeme a un mecánico que sepa de autos -espete -no tengo tiempo para niñerías, y menos para chicas que intentan llamar mi atención haciendo como que saben de autos -rodé los ojos.

-Que egocéntrico -dijo burlona y se puso a reír, no me jodan, esta chica se está burlando en mi cara. La mire molesto por su falta de respeto hacia mí, espero que no sea así con cada cliente que viene.

-Mira, te voy a decir algo pedazo de imbécil, nadie en este taller sabe algo sobre modelos deportivos excepto mi padre y yo -habló tranquilamente una vez que terminó de burlarse de mi -llamaré a mi padre, sin embargo, no creo que pueda ayudarte con el carro, esta demasiado ocupado con unos documentos y como no quisiste mi ayuda, pues te me largas una vez que el te diga que no -me apuntó, debo admitirlo, tiene agallas, además de cargarse un carácter... Uff horrible. -¿Quedó claro? -asentí, me estaba comportando muy obediente. Fruncí el ceño, molesto conmigo mismo, no suelo ser así, ¿Qué esta mal conmigo?.

-Espera -dije cuando se estaba dando la vuelta -¿Cómo por qué me estás dando órdenes tú a mí? -estoy un tanto confundido.

-Porque es mi taller, y si no te gusta quien te atiende, te marchas -se puso seria. -¡Derek! -le gritó a un moreno, alto y de pelo negro, se parecen bastante, deben ser familia. -Háblale a papá y dile que el dueño del audi quiere que él lo revise, y que se negó a que una mujer lo revisara, más bien dile que se negó a que yo lo revisara -habló divertida.

-Hey amigo, ¿Por qué te negaste a que la mejor mecánica que hay en este taller y en la ciudad completa revisara tu carro? -preguntó el pelinegro.

-Dudo que ella sea mecánica -dije burlón.

-Imbécil -murmuró molesta la morena -Llevó desde los 15 años siendo mecánica, quizá no tenga el título como tal, pero lo soy -habló con suficiencia.

-¿Tu? ¿Mecánica? No me hagas reír -dije con una sonrisa burlona pegada en mi rostro.

-Eres la persona más molesta que he conocido en mi pu.... -dejó de hablar cuando un hombre alto y de pelo negro salió de una oficina

-¿Qué manía tienen todos ustedes con gritarse de un lugar a otro como si estuvieran en la feria? -pregunto molesto el que parecía ser el dueño del taller.

-Así somos, no te quejes y sólo ámanos -le sonrió la morena.

-¿A qué se debían los gritos? ¿Tuvo algún problema con uno de nuestros trabajadores joven? -sonrió amable.

-Si, lo tuvo -murmuró burlona la morena.

-Silencio Tara.

-Bien Franco -rodó los ojos, así que su nombre es Tara, linda chica, lindo nombre, fea actitud y personalidad.

-No me hables así... -comenzó a decir el mecánico.

-Soy tu padre... si, si, ya lo sé -se fue en dirección hacia los otros trabajadores, con el pelinegro pisando sus talones. vaya chica.

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