Capitulo 6

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Al llegar a mi casillero, introduje mi libro violentamente. Trataba de recordar las armonías, hasta que algo irrumpió la armonía de la escuela. Se escuchó un disparo y unos gritos de horror. En ese momento todos salieron de los salones, corriendo, volteando hacia todos lados, algunos le pedían a dios, como si dios los fuera a salvar. Por alguna extraña razón no pude moverme, solo veía como todos corrían. Cuando ya no había nadie por fin pude moverme. Voltee y vi el escenario, papeles tirados, casilleros abiertos, mochilas en el piso, si no fuera porque había escuchado los disparos y algo dentro de mi aun me decía que había un asesino en la escuela, hubiera pensado que fue el apocalipsis. Lo primero que se me vino a la mente fueron mis amigos, así que les marque.

Primero fue Caín, sonó un par de veces y me mando a buzón.

Después fue David, sonó y sonó, y David no contesto.

Luego le hable a Roberto, estaba apagado.

Por ultimo le marque a Scarlett, no me contesto tampoco.

Al terminar mis fallidos intentos. Comencé a escuchar unos pasos en el pasillo, así que hice lo que cualquiera hubiera hecho, me escondí. Lo más cercano a mi eran los baños, entre en el baño más cercano. Y me percate que era el baño de mujeres. Bueno era eso o morir en el pasillo, los pasos se acercaban al baño, así que me trate de meter en algún cubículo. Trate con el primero y estaba ocupado, trate con el segundo y estaba ocupado, por suerte el tercero estaba desocupado. Me metí rápido, me subí a la tasa y me di cuenta que sobre pasaba el cubículo, así que flexione las piernas y justo en ese momento alguien entro.

Comenzaron a escucharse unas patrullas, aun había esperanza, podían entrar y detener a la persona que había entrado antes de que me matara. Se escucharon unos pasos, patearon el primer cubículo y este se abrió. Dentro se escuchó una voz femenina:

-No, por favor no lo hagas-al terminar esas palabras se escuchó un disparo.

Hubo un gran silencio, así que pensé perfecto, me van a encontrar cagado del miedo en el baño de mujeres. Pero un ruido corto mi pensamiento, habían pateado la puerta del cubículo de al lado, dentro una voz masculina dijo:

-¿Por qué haces esto?-acto seguido otro disparo ensordecedor se escuchó.

Después de unos segundos, alguien intentaba abrir mi cubículo, lo pateo y la vi, era una mujer tal vez media 1.60, era rubia, rechoncha, caucásica, de unos treinta y dos años, con una revolver en la mano. Le dije:

-Solo tengo diecisiete años, tengo una tocada al rato- Unas cuantas lágrimas corrieron por mis mejillas.

La mujer como si no hubiese dicho nada y sin ninguna expresión, apunto y…

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