El día anterior Jon había llamado a Gorka para preguntarle si podría acompañarlo al veterinario porque tenía que llevar a su gata Misifú. Como era un plan de mañana, Gorka acepto la propuesta y así aprovecharía la mañana, pues no tenía ningún plan en mente.
El despertador sonó a las 09:00 de la mañana, con lo que Gorka se despertó medio dormido de la cama tras ver una película que acabo a las tantas de la mañana. Antes de desayunar tomo una ducha para despejarse y tener una mejor cara durante el día. Puso la música de su móvil mientras se duchaba y cantaba al son de la letra bajo la ducha. Fue una ducha de diez minutos aproximados y después de ponerse la ropa interior, una camiseta y un pantalón de chándal fue a la cocina a preparar su desayuno. El desayuno consistía en un huevo frito, un zumo de naranja y un tazón de Neskuik. Hacía tiempo que no tomaba un desayuno completo y esa mañana tuvo esa brillante idea.
Tras desayunar y meter el plato, taza y vaso en el lavavajillas, fue a su cuarto a ponerse la ropa para ir donde Jon. Unos vaqueros, una camiseta del grupo de música Tierra Santa, un chubasquero y unas playeras de monte fue su elección. El tiempo era nuboso y oscuro y podría preceder a llover y mejor llevar ropa de agua por si acaso. Tras mirar el reloj de su móvil y comprobar que eran las 09:50, le mando un mensaje de Watsapp a Jon:
"Como ando con poco tiempo, me acercaré en coche, en cuanto aparque te tocó el timbre y bajas*
Por suerte el coche estaba cerca de su casa, pues la tarde anterior había conseguido aparcar en un buen sitio y no tardó ni tres minutos en llegar a su coche. Un lancia delta del año 1997 era su coche. Un coche que le funcionaba muy bien y que estaba bien cuidado y se dispuso a ir a donde vivía Jon. Como era un sábado por la mañana, no había mucho tráfico en la carretera llegó en cinco minutos donde vivía Jon y encontró un aparcamiento bastante rápido.
Cuando llego al portal de Jon, llamó al timbre al cual respondió:
-Espérame abajo que no tardo nada-dijo Jon.
-Está bien-le respondió Gorka.
Unos minutos más tarde bajo Jon, con la jaula donde se encontraba Misifú. Llevaba unos vaqueros y una camiseta de Darth Maul de Star Wars y un chaqueta sin gorro.
Vamos a mi coche-dijo Jon.
-¿a tu coche?-dijo Gorka-pero ¿el veterinario no lo tienes aquí?
-Sí pero la gata tiene concertada en un veterinario en Bermeo.
Eso le había dejado un poco sorprendido a Gorka, pues no le había contado ese detalle la noche anterior, pero como era un plan de mañana no puso mala cara. Jon, Gorka y Misifú fueron al coche para dirigirse a Bermeo en coche. Jon tenía de coche un seat león blanco y tras meter y atar la jaula de Misifú en la parte trasera del coche pusieron dirección a Bermeo.
Cogieron la avanzada de Leioa para luego meterse por el corredor de Txorierri dirección a Mungia para ir a Bermeo. Había una medio hora de trayecto hasta Bermeo desde allí y Misifú se pasó todo el viaje maullando. La carretera hasta Mungia era rápida, pero de Mungia a Bermeo no eran tan buena carretera. Tenía dos opciones para ir, una era por Bakio y subir dirección Gaztelugatxe y bajar a Bermeo o subir por sollube y bajar por las muchas curvas que suponía ese trayecto. Escogieron el trayecto de Bakio que era es más apropiado para llegar a Bermeo. Tras llegar a Bermeo dieron varias vueltas hasta que consiguieron un lugar para aparcar. La fortuna les sonrío esa vez, puesto que el veterinario se encontraba casualmente en la calle de al lado.
-Le tienen que poner una inyección a Misifú-dijo Jon- calculó que serán treinta minutos y nos volvemos a casa.
-Sin problema así podremos visitar Bermeo y sacar algunas fotos-respondió Gorka.
Llevaron a Misifú al veterinario y ahí se llevaron la mayor sorpresa. El veterinario les dijo que pasaran a buscar a Misifú a las 19:00 de la tarde. Eso alteraba los planes previsto y como Jon no quería volver a casa y después ir al veterinario, decidieron quedarse en el pueblo. Como el tiempo se mantenía sin que lloviese aprovecharon para visitar la zona del puerto y sacar fotos a los barcos, esculturas etc. Después de un tiempo llegando la hora de comer, fueron mirando los distintos menús que ofrecían los restaurantes de la zona y fueron escogiendo distintos posibles en función al precio. Una vez escogido el lugar de comer se sentaron a la mesa. Unos entrantes a modo de croquetas y gambas y un plato combinado de segundo fue lo que decidieron comer.
Tras disfrutar de la comida, visitaron tiendas variadas para hacer un poco de tiempo hasta que empezaron a caer las primeras gotas que indicaban un cambio de no lluvia a una chaparrada enorme. Visto lo cual, no tuvieron más remedio que volver al coche para no mojarse. Como quedaban varias horas para ir a recoger a Misifú, se quedaron dentro del coche hablando de temas varios y jugando al juego de "la guerra" de cartas. El tiempo parecía pasar muy despacio a causa de la lluvia y tener que estar metidos en el coche. En cuanto paró de llover, decidieron ir a tomar un pintxo para comer algo como merienda y tras acabárselo fueron en busca de Misifú.
-Ha sido una gata muy buena y se ha portado bien-dijo el veterinario.-Tomad esta pastillas para que se las tome con la comida.
-Está bien-dijo Jon.
En el trayecto de vuelta, Misifú no maulló tanto como a la ida.
FIN.
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VIAJE CON UNA GATA AL VETERINARIO
Historia CortaUna minihistoria simple sobre dos amigos que llevan a una gata al veterinario