.::Seventeen::.

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Podía sentir toda la presión en mi cuerpo... Ya me dolía un chingo.

Faltaba cada vez menos para la competencia y éramos buenos, pero no perfectos.

Iban a competir otras 12 academias además de la ''Dance Titanium'' pero esa es nuestra gran rival.

Cuando bailábamos el baile grupal sentía mi sangre hirviendo, y el deseo de ganar; cuando bailaba el trio sentía el odio de estar con Brenna; cuando bailaba el solo sentía la pasión por la danza; y cuando bailaba el dueto sentía el amor incontrolable hacía Cameron.

Hay un millón de emociones en la danza, que son inparables.

Sentía como si mi cuerpo en cualquier momento se fuera a derrumbar... realmente me dolía.

Mientras tomábamos un descanso de 10 minutos, Brenna se acercó a nosotros y dijo:

-Cameron, nene, ¿Podemos hablar?

-¿De qué?.-Dijo enojado.

-¡Oh Vamos cielo!.

-En serio Brenna, no es la primera vez que haces algo como lo que hiciste hoy en el almuerzo.-Me quedé en shock por lo que pasaba.- No me gusta esta situacion, y si no te importa, tengo cosas más importantes con Chloe, ella si me valora.-Dijo eso y nos alejó del lugar.

-Lamento lo que pasó ahí.-Dijo algo avergonzado.

-No es nada... Yo entiendo todo por que te sé valorar.-Le dediqué una sonrisa.

Él hizo lo mismo, hasta que escuchámos que era momento de volver al ensayo.

*****

Después del ensayo me encontraba realmente cansada, apenas podía caminar.

Empecé a caminar por la calle, casi cojeando, hasta que Cameron se acercó a mi corriendo.

-Te ves fatal.

-Me siento muy mal. Me duele todo el cuerpo.

-Dame tu mochila.

-No Cam, no hace falta.

-Dámela.

Le di mi mochila y éste la cruzó en su cuerpo.

-Ahora sube a mi espalda.

-No. Ya tienes suf...-Me interrumpió.

-¡Que subas Estrada!.-Dijo como orden.

Yo no obedecí su orden, seguro el también venia cansado. Pero a este cabron le valió madres y se puso de espeladas frente a mi y en un acto brusco puso sus manos tras mis muslos y me levantó en su espalda, dio un pequeño salto para acomodarnos bien y empezar a caminar.

Fue un lindo viaje, todo fue risas y bromas.

Al llegar, me bajó lentamente. Me dio mi mochila y dijo...

-Descansa niña.

-Igual tú niño.

Teniamos la intención de darnos un beso en la mejilla, pero, sin querer me lo dio en la mitad de mis labios.

-L-lo siento, fue mi culpa.-Dijo apenado.

-No...e-está bien.-Dije del mismo modo.

Ambos nos metimos casi corriendo a nuestras casas, y aunque me sentía feliz por ese pequeño beso, me sentía triste por que en el fondo sabía que sería el último.


Nuestra Danza Dice Más Que Nuestras Palabras. (Cameron Boyce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora