<FOREVER> [Capítulo único.]

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Narrador omnisciente
Poco después de que todos los muertos y vivos entraran a la iglesia; El anciano Gutknech empieza a organizarse para dar inicio a la boda, mientras Victor piensa que está a punto de tomar una buena decisión.

Empieza a sonar la marcha nupcial que le da paso a Emily, quien camina directo al altar donde Victor la espera ansioso.

-Queridos mortales y difuntos. - Empezó el anciano al ya tener a la pareja de jóvenes frente a él. -Estamos reunidos hoy para unir a este hombre y a esté cadáver en sagrado matrimonio. - Añadió mientras Victoria entraba a la iglesia con discreción, enterándose de lo que sucedía.

-Víctor... - Llamó Victoria en un susurro viendo el evento desde el gran portón de la iglesia; pero un esqueleto la mandó a callar.

-Ahora los votos. - Retomó el viejo Gutknech. -El mortal primero.

Mientras tanto, Victoria avanzaba con lentitud hacia el altar tras los pilares de la iglesia, acercándose a la pareja con cautela.

-Con está mano. - Empezó Víctor; alzando la mano derecha. -Yo sostendré tus anhelos. - Seguidamente tomó la copa de bronce, alzándola. -Tú copa nunca estará vacía, por que yo seré tu vino.

-Ahora tú. - Dijo el anciano dirigiéndose a Emily.

La novia esbozó una sonrisa enamoradiza.

-Con está mano, yo sostendré tus anhelos. - Ella tomó la botella que contenía veneno virtiendo el líquido mortal en la copa de su amado. -Tu copa nunca estará  vacía por que yo seré... - Pausó desviando su mirada a la joven de corazón latente llamada Victoria quien los veía, escondida desde su posición. -Yo seré... - Se veía segura e indecisa, pausando demasiado.

-¿Si? - Preguntó Víctor impaciente, viéndola directamente a los ojos como si quisiera descifrar que pasaba para que Emily se pusiera así tan de repente.

-Continua querida. - Dijo el anciano motivándola a seguir con el juramento.

-Tu copa... Nunca estará vacía. - Hizo una breve pausa. -Por que yo seré...

-Yo seré tu vino. - Susurró Víctor, completando el juramento del cadáver para luego llevarse la copa a los labios dispuesto a beber el veneno que acabaría con su vida y le permitiría estar eternamente con Emily, pero ella lo detuvo. -¿Que pasa? - Murmuró notando como la mirada de Emily estaba clavada detrás de el, por lo que volteó, llevándose una gran sorpresa cuando su mirada se encontró con los ojos de Victoria, su ex-prometida.
Un montón de sentimientos recorrieron su cuerpo, más que todo ira, pues sabía que ella se había casado con otro. -No dudes por ella, esta es mi decisión, quiero estar contigo. - Sonrió de forma tranquilizadora, posando la copa en sus labios.

Una voz retumbó por las paredes de la iglesia mientras la figura del conde, ahora esposo de Victoria, se hacía presente en la ceremonia.
La novia mortal fue hacía Víctor, haciendo un egoísta intento fallido por detenerlo.

-Oh, qué enternecedor. - Comentó burlón el conde, acercándose al altar. -Yo siempre lloro en las bodas... Los jóvenes enamorados por fin están juntos. - Aquel comentario causó que Víctor frunciera el ceño y alejara disimuladamente a Victoria de sí mismo. -Seguro que ahora podrán vivir felices para siempre, pero creo que olvidan ¡que ella es mi esposa! - Gritó esta vez, tomando a Victoria del brazo y jalándola hasta si mismo. -¡Y no me iré sin ella!

-¿Y quien te impide llevártela? - Preguntó Víctor con desinterés. -Es tú esposa, ni sé qué hace aquí. - Sentenció acercándose a Emily y tomándola por la cintura. -Ahora, si nos disculpas, nuestra boda debe continuar.
El conde sonrió, llevándose a rastras a Victoria quien veía como Víctor tomaba el veneno de la copa, sabiendo que lo había perdido para siempre y viéndose obligada a aceptar su cruel destino.

A los pocos minutos, Víctor comenzó a toser y ahogarse. Sentía como su garganta se cerraba, se quedaba sin oxígeno y la vida se escapaba como polvo llevado por él viento de sus manos.
Era una sensación nada más que horrible, pero sabía que valía la pena, pues así sería finalmente capaz de estar con la persona que realmente amaba.
Su mirada se empezó a poner borrosa hasta que calló en una oscuridad aterradora.

Al despertar, sintió como no necesitaba respirar; no sentía nada, ni el propio latido de su corazón, siendo capaz de deducir que había muerto.

Un beso en su mejilla lo sobresaltó, llevó su mirada a quien lo besó, encontrándose con el bello rostro de Emily, su esposa.

Ella, sonriéndole, le dijo: "Ahora estaremos juntos... Por siempre."

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Hola como pueden ver hice esta adaptación con mi wife de nuestra película favorita
Gracias por leer este one-shot y gracias a @ISunDepressedTordI

Final alternativo del cadaver de la novia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora